domingo, 10 de enero de 2010

Nos quieren vender el Turno Vespertino


La semana pasada en la reunión del Consejo Resolutivo, la rectora le comunicó al resto de la comunidad educativa que la secretaria de asuntos académicos de la UBA, Edith Litwin, pretendía cerrar el Turno Vespertino del colegio. A partir del próximo ciclo lectivo, el número de ingresantes se reduciría y se agregarían divisiones en los otros turnos, dados los “numerosos pedidos y quejas de los padres” por la “inseguridad” del turno.

Ante esto, González Gass sostuvo una ferviente oposición, pese a que mantuvo silenciado el asunto hasta la sesión del consejo. Sin embargo,
la ampulosa “defensa de la educación pública” por parte de la rectora no puede considerarse desintencionada, sino más bien un nuevo ejemplo de su demagogia. Paralelamente, el consejero docente Agustín Zbar, junto con su lista, se ubico acompañando a las intenciones de Litwin, enfrentándose a González Gass en su lucha por acumular poder de cara a la próxima elección de rector del colegio.

En medio de todo esto,
la rectora expresó su intención de cerrar divisiones del vespertino de los años superiores a medida que se reduce la cantidad de estudiantes por división. Este procedimiento antipedagógico es simplemente otra propuesta de recorte de presupuesto, que pretende hacer menos ruido que el cierre de todo el turno y por tanto pasar desapercibida, coincidiendo con los intereses del rector recientemente reelecto de la UBA.

Como se ve claramente, el recorte de presupuesto no va a detenerse por si sólo. Así como intenta vender nuestro campo de deportes y mantiene concesionado los kioscos del colegio, Hallú ha mostrado estar dispuesto a cerrar el turno vespertino, dejando a cientos de trabajadores docentes y no docentes en la calle y negándole el derecho a educarse a otros cientos de alumnos. Y desde la rectoría del colegio se pretende ocultar, con una despreciable demagogia, intenciones similares.

Esta vez se intentó cerrar un turno y se pretende cerrar algunas divisiones:
es la venta de nuestra educación ¿qué sigue? ¿Un estacionamiento en el campo? ¿El cierre definitivo del colegio entero? A Zbar y a González Gass sólo les importa el poder de la rectoría, para seguir privatizando, pero con diferentes modelos de demagogia.

Frente al avance privatista de estos sectores, los estudiantes debemos decirle NO al cierre del turno vespertino o de cualquier división, pero además reclamar la inmediata ampliación del presupuesto para mejorar la calidad de nuestra educación y brindarla a la mayor cantidad de compañeros posible.

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