lunes, 22 de marzo de 2010

Hagamos historia con las manos

Hace 34 años, un 24 de marzo, sectores de la población de nuestro país decidieron, una vez más, pasar por encima de la voluntad popular y adueñarse del poder. Con el gobierno en sus manos, se dedicaron durante años a aplastar al pueblo con el peso del Estado argentino. De esta forma, la represión se tornó en muerte y tortura silenciosa: 30 mil personas dejaron sus casas y trabajos sin dejar rastros. Dirigentes gremiales, trabajadores, jóvenes militantes de izquierda, estudiantes con ideas políticas. “Por algo será” comentaban los otros, procurando seguir con sus vidas.

La cultura se censuró y la vida política prácticamente desapareció. Contando con esto, se multiplicó el endeudamiento con el exterior, se destruyó a la industria nacional y se encaminó a la Argentina hacia el progreso de los poderosos de aquí y del mundo, a costa del empobrecimiento de muchos otros.

El individualismo desarrollado en aquel tiempo sigue manteniendo a raya a la sociedad al día de hoy, para que los poderosos puedan seguir haciendo sus grandes negociados sin que nadie los moleste, mientras la gente se hunde cada día un poco más en la miseria.

Es notable lo que ha logrado esta maquinaria perversa: la mayoría de los argentinos no puede pagar con su salario la canasta básica y la sociedad está convencida de que el problema es la inseguridad, y aun peor, ¡de que la solución es aún más represión!

Vivimos en una democracia con desaparecidos (Julio López, Luciano Arruga), una democracia dependiente de los poderosos del mundo, una democracia con niveles de pobreza y miseria que asustan y crecen cada vez más. Una democracia en donde la salud y la educación son destruidas para que los que más tienen cada vez tengan más y los más pobres lo sean cada día un poco más.

Y los estudiantes sufrimos esto día tras día. Quienes manejan la universidad y el colegio (en sintonía con el gobierno nacional) pretenden vender o rentar nuestro campo de deportes, mantienen los kioscos privatizados, y hasta intentaron cerrar divisiones y un turno del colegio para reducir el presupuesto. Mientras tanto, la calidad educativa decrece constantemente y a nadie parece molestarle.

Todo esto pasa y la sociedad nos dice “no te metás”, una frase grabada a fuego en el pasado. Eso es lo que quieren los que tienen el poder político y económico. Porque si vos te metés vas a cambiar algo. Porque si somos muchos los que discutimos lo que sucede, encontramos soluciones y salimos a la calle, los poderosos van a tener que escuchar.

Este 24/3, hagamos historia con las manos, dejemos atrás el individualismo y la inconciencia y salgamos todos a la calle.

domingo, 10 de enero de 2010

Nos quieren vender el Turno Vespertino


La semana pasada en la reunión del Consejo Resolutivo, la rectora le comunicó al resto de la comunidad educativa que la secretaria de asuntos académicos de la UBA, Edith Litwin, pretendía cerrar el Turno Vespertino del colegio. A partir del próximo ciclo lectivo, el número de ingresantes se reduciría y se agregarían divisiones en los otros turnos, dados los “numerosos pedidos y quejas de los padres” por la “inseguridad” del turno.

Ante esto, González Gass sostuvo una ferviente oposición, pese a que mantuvo silenciado el asunto hasta la sesión del consejo. Sin embargo,
la ampulosa “defensa de la educación pública” por parte de la rectora no puede considerarse desintencionada, sino más bien un nuevo ejemplo de su demagogia. Paralelamente, el consejero docente Agustín Zbar, junto con su lista, se ubico acompañando a las intenciones de Litwin, enfrentándose a González Gass en su lucha por acumular poder de cara a la próxima elección de rector del colegio.

En medio de todo esto,
la rectora expresó su intención de cerrar divisiones del vespertino de los años superiores a medida que se reduce la cantidad de estudiantes por división. Este procedimiento antipedagógico es simplemente otra propuesta de recorte de presupuesto, que pretende hacer menos ruido que el cierre de todo el turno y por tanto pasar desapercibida, coincidiendo con los intereses del rector recientemente reelecto de la UBA.

Como se ve claramente, el recorte de presupuesto no va a detenerse por si sólo. Así como intenta vender nuestro campo de deportes y mantiene concesionado los kioscos del colegio, Hallú ha mostrado estar dispuesto a cerrar el turno vespertino, dejando a cientos de trabajadores docentes y no docentes en la calle y negándole el derecho a educarse a otros cientos de alumnos. Y desde la rectoría del colegio se pretende ocultar, con una despreciable demagogia, intenciones similares.

Esta vez se intentó cerrar un turno y se pretende cerrar algunas divisiones:
es la venta de nuestra educación ¿qué sigue? ¿Un estacionamiento en el campo? ¿El cierre definitivo del colegio entero? A Zbar y a González Gass sólo les importa el poder de la rectoría, para seguir privatizando, pero con diferentes modelos de demagogia.

Frente al avance privatista de estos sectores, los estudiantes debemos decirle NO al cierre del turno vespertino o de cualquier división, pero además reclamar la inmediata ampliación del presupuesto para mejorar la calidad de nuestra educación y brindarla a la mayor cantidad de compañeros posible.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Programa 2010



¿QUÉ ES LA LUCHA?


El difícil camino del 2009 ha demostrado la necesidad de unir esfuerzos en pos de un objetivo que transforme la realidad hacia el ideal que compartimos, con un adecuado margen democrático, objetivos concretos y la decisión del conjunto para adoptar las medidas para alcanzarlos.
Pero para lograr esa realidad democrática, es necesario contar con un estudiantado informado y consciente y un curso de acción perfectamente determinado. ¿Qué es un estudiante consciente? Es aquél capaz de comprender los hechos y construir a partir de su interpretación una ideología, sea en función de nuestro Centro de Estudiantes, de la UBA, del Gobierno de la Ciudad o de la Argentina a nivel macro.
En cuanto a las formas de acción directa, éstas se encuentran determinadas por las características que adquiere la relación entre la autoridades del CNBA y la representación del CENBA, frente a una determinada problemática, situación que por momentos deviene en un proceso dialéctico que enfrenta dos realidades totalmente opuestas. Así se ha desarrollado la lucha en el ámbito del Colegio en estos últimos años. Y es aquí donde se enfatizan las diferencias de metodología entre las distintas agrupaciones.
Uno se puede preguntar si la lucha tiene una única forma de ser. Esto sería un error, una demostración de falta de conocimiento sobre las agrupaciones, dado que éstas no difieren en cuanto a objetivos (la defensa de la educación pública, laica, gratuita y popular; la continuidad del CENBA como espacio de debate y la participación estudiantil, etc.) pero sí respecto de las medidas de lucha que plantean que, aunque no parezca, en algunos casos llegaron a obstruir el objetivo con el consecuente perjuicio para el centro de estudiantes y algunos de nuestros compañeros.
La diferencia de metodología es, entonces, una cuestión fundamental a la hora de diferenciar agrupaciones.

¿Cuáles son las medidas de lucha?

Desde la UPC consideramos que la lucha no es simplemente una medida de fuerza determinante. El todo o nada ha demostrado ser ineficiente e inoperante. Es por esto que para alcanzar un objetivo las medidas deben ser variadas y concretas. Creemos que tanto el diálogo como las medidas de fuerza son avances progresivos en el conflicto, un accionar que no se contradice sino que se complementa.
Sostenemos que una conducción debe también ser fuerte y decidida para mantener la organización del CENBA y evitar que las internas entre las distintas agrupaciones faciliten o terminen por facilitar la desmovilización por parte de los estudiantes, no podemos esperar a que existan internas agrupacionales mientras se avanza contra nuestras libertades, sino que la conducción debe tener el rol de organizar el movimiento para que, más allá de problemas en/entre las agrupaciones, el Centro de Estudiantes esté en movimiento y listo para luchar.

¿Cómo se encara esta lucha?

Desde la UPC siempre propusimos que los diversos conflictos deben encararse con unidad (siempre y cuando los objetivos no difieran) y conciencia. Esto implica no dividir el movimiento a la hora de enfrentar un enemigo común. Lamentablemente esta vía no es seguida por todos y el fraccionamiento del CENBA es un mal contra el que se hace fuerza todos los días.

¿Cómo se vivió la lucha este año?

Desde la UPC vimos cómo durante ciertas épocas del año se vivió la desmovilización causada por la política de recorte de espacios de debate por parte de las autoridades y la pasividad de la conducción que no supo reaccionar frente a esto. Para cuando logramos plantear fuertemente nuestra posición, las autoridades dieron su mayor golpe, las faltas y las sanciones del 16 de septiembre, lo cual desencadenó en la toma de 9 días
Durante la toma se organizaron varias comisiones que pensaron actividades durante los primeros cuatro días. Éstas sirvieron muchísimo y consiguieron un gran número de adhesiones que reforzó la medida y nos llevó a unos pocos pasos de conseguir la victoria.
Desde la UPC creemos que hacia el lunes 05/10 el CENBA ya había juntado fuerzas que superaban a las de Gonzalez Gass y por ello debíamos capitalizar el momento y llegar a una negociación que nos diese la victoria final en la gran lucha por la continuidad del Centro de Estudiantes.
Como esperábamos, ese mismo día la rectora, en la negociación, nos ofreció prácticamente su rendición frente a los avances del CENBA, aferrándose inútilmente del detonante, las faltas y sanciones del 16, las cuales inclusive proponía tratar en consejos, reducir y, por sobre todo, no hacer expulsivas (en caso que uno perdiese la regularidad, se anularía la falta o sanción).
Fue allí donde creemos que radicó el primer error. No estuvieron bien comprendidos los conceptos de conflicto detonante y lucha principal. Lamentablemente hubo quienes consideraron que el conflicto en sí eran las faltas y las sanciones, pero claramente no tuvieron en cuenta que era solo una batalla; que las trabas a la movilización estudiantil y docente se venían dando desde hacía bastante tiempo, que este hecho fue la instancia que definió la toma y que no era cuestión de dejar todo por este problema sino utilizarlo inteligentemente para alcanzar una victoria mayor y definitiva.
Esto nos llevó a retrasar el fin de la medida, en una semana donde nosotros ya teníamos toda la fuerza posible y a las autoridades aún les restaba conseguir las suyas. Es por esto que nosotros repetíamos mediante nuestros oradores en asamblea que “a cada día que pasaba las autoridades crecían y que esto nos convertía en funcionales a ellas”.
Sin embargo nuestra palabra no fue oída y se decidió la ruta que las autoridades querían, continuamos la toma y les dimos tiempo para juntar fuerzas.
Todo esto desencadenó en que el jueves 08/10 las autoridades convocasen a una asamblea falsa de docentes, donde participaban los que eran afines a ésta y el claustro no docente (excluyendo el órgano sindical docente, la Asociación Docente), que resolvió que no se negocie con el colegio tomado. Si bien podemos considerar ilegal esta asamblea e ilegítimas sus resoluciones, lo cierto es que demostró que el bloque opositor al nuestro había juntado fuerzas y ahora podía hacernos frente.
Efectivamente, a la hora de negociar ese día, Gonzalez Gass se mostró intransigente a la hora de ceder alguno de los 16 puntos que teníamos alegando que “era resolución de la asamblea docente no negociar con el colegio tomado”.
Todo esto desencadenó en que obligados por las circunstancias (por encontrarnos ya frente al muro natural del receso escolar) levantamos la toma sin conseguir las reivindicaciones que buscábamos.

DEMOCRATIZACIÓN

Hoy por hoy, el rector de nuestro colegio es elegido a dedo por el Consejo Superior de la universidad, el máximo órgano de decisión de la UBA luego de la asamblea universitaria; y ninguno de los claustros pertenecientes a la comunidad educativa del CNBA forman parte alguna en esa decisión.
Enmarcado en el ámbito más general de la universidad, nuestro colegio no es más que otro ejemplo del régimen sumamente antidemocrático que la caracteriza, en donde una minoría decide por encima de la opinión popular de los claustros; de esa manera, las camarillas que gobiernan se abren paso desde el control de la institución y avanzan en una progresiva privatización de la misma, con ejemplos claros en los posgrados o en el intento de venta de nuestro campo de deportes.
El Consejo Superior está conformado por los Decanos de cada facultad (13 al día de hoy), 5 representantes electos del claustro de los docentes, 5 del de los graduados y 5 del de los estudiantes; a su vez los decanos de cada facultad son electos por el consejo directivo, conformado por 8 representantes del claustro docente, 4 graduados y 4 estudiantes.
Desde la UPC, entendemos que el principal problema que causa este régimen tan marcadamente antidemocrático en el marco de la UBA se relaciona con la titularidad del claustro de los docentes, los cuales cuentan con una representación mayoritaria en todos los órganos de decisión. Hoy en día en la universidad la gran mayoría de los docentes se encuentran ejerciendo el interinato o trabajando ad-honorem, es decir, no son titulares; sin embargo, sólo se considera miembros del claustro docente a los titulares, con lo cual sólo vota a los representantes de este claustro la minoría titular y sólo pueden presentarse para ejercer esos cargos los miembros de esa misma minoría.
Ese hecho deja en manos de unos pocos lo que en realidad le debería corresponder a la comunidad educativa en su conjunto: el gobierno de la Universidad de Buenos Aires. Para peor, esos pocos son los que defienden los intereses privatistas y llevan al deterioro de la excelencia educativa de la institución.
En ese marco, en el año 2006, por iniciativa del claustro estudiantil, se comenzó la discusión sobre la lucha por la democratización en los preuniversitarios (tanto en el Nacional como en el Pellegrini). Llegado el día de hoy, se ha avanzado sobre el tema, ya que contamos con Consejos de Convivencia que pasaron a ser resolutivos, y con un Consejo de Escuela Resolutivo, que tiene algunas de las atribuciones que anteriormente pertenecían a la rectoría. Sin embargo, desde la UPC, consideramos que hay un gran camino por recorrer aún en la lucha por la democratización del colegio en particular, y de la UBA en general.

Concursos docentes

Desde hace ya un tiempo, en nuestro colegio los cargos docentes son asignados “a dedo” por los jefes de departamento y la rectora. Esto incluye a preceptores, ayudantes de departamento y profesores: la gran mayoría de ellos no llegaron a través de un concurso docente. El método de elección escogido, “la dedocracia”, tiene, no obstante, una clara lógica: permite otorgarle un puesto de trabajo a un individuo sin emitir un juicio sobre las aptitudes para ocuparlo del mismo, dejando el camino libre a la inclusión de aliados políticos y/o amigos de quien fuera, sin importar la capacidad para cumplir con sus deberes. El Estatuto Universitario (por el cual debemos regirnos) prevé esta situación, por lo cual establece el sistema de elección conformado por los concursos y la carrera docentes.

¿De qué se trata todo esto?

- Un concurso docente es una instancia de evaluación de los aspirantes a ocupar un puesto docente que contempla cualidades académicas y didácticas. Este método se aplica, según el estatuto, para cubrir los puestos vacantes ya a su vez se repite cada 7 años para cada profesional que ocupa cargo.

¿Qué ha sucedido en el C.N.B.A.?

La variada e ilegítima aplicación de reglamentaciones (infringiendo gravemente el estatuto) ha desencadenado numerosos problemas: el nivel académico de los estudiantes viene disminuyendo sensiblemente gracias a que muchos docentes no cumplen con sus responsabilidades o no están capacitados para dar clases en un secundario.
Asimismo, la situación de los docentes es sumamente irregular: hay cargos titulares, estables a lo largo de los años (dado que hubo una titularización masiva por antigüedad sin concursos hace tres años y también algunos de ellos fueron concursados en su momento, cuando había concursos docentes) e interinos, cuyos cargos se obtienen por contrato y por esto no pueden tomar licencias y existe la posibilidad permanente de que sean echados al concluir el ciclo lectivo sin derecho a una indemnización.
Sin embargo, el sistema ilegítimo y perjudicial para estudiantes y docentes se mantiene con todo rigor. ¿Por qué? Simplemente porque le es muy útil a las autoridades, al Consejo Superior, a sus docentes afines y a los jefes de departamento: mientras puedan elegir a dedo los puestos, podrán construir una amplia base que los apoye a ellos y a sus proyectos, como por ejemplo, el del autofinanciamiento (kioscos, el campo de deportes) y a la hora de una reelección, manteniendo al margen a otros que pretenden expresarse en forma diferente o con pensamientos distintos (no los contratan o son interinos- los cuáles ni siquiera pueden votar para el Consejo de Escuela Resolutivo). También la irregularidad permite aprietes constantes, como lo vimos durante la toma de este año: muchos docentes nos apoyaban informalmente, pero si dictaban clases o hacían público su apoyo, les quitarían horas o no les renovarían el contrato a fin del ciclo lectivo.
Es por esto, que implementar los concursos docentes (la titularización por la vía legítima y en concordancia con el estatuto universitario) de todos los cargos, interinos, vacantes y titulares, es un gran paso hacia la democratización. Recordemos, a su vez, que esto redundaría en un salto enorme a nivel académico del colegio, así como una formidable mejora en la didáctica de las clases y una gran disminución de las arbitrariedades que muchos docentes cometen.
Los Concursos Docentes son una de nuestras más grandes metas para el 2010. Legalmente, el Consejo de Escuela Resolutivo puede implementarlos, sin embargo, será necesario un gran debate dentro de nuestro claustro en torno al tema para poder enfrentarnos con fuerza ante González Gass y las camarillas de la UBA, avanzando hacia la democratización.

Asamblea Universitaria

En el 2010 el actual rector de la UBA, Rubén Hallú, cumpliría su mandato y la Asamblea Universitaria debería reunirse para la elección del encargado de sucederlo.
En el marco de la lucha por la democratización, la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires), la organización que nucléa el movimiento estudiantil universitario, estaba realizando un plan de lucha pensando en lo que sería la Asamblea Universitaria del 2010. El Consejo Superior, sin embargo, para dificultar el trabajo de la FUBA, convocó a la asamblea el día 14 de diciembre de este año, adelantando toda la planificación y colocándolo en una época del año en la cual el movimiento está debilitado por los exámenes finales y el receso de las actividades del verano.
Desde la UPC, llamamos a todos los estudiantes del CNBA a realizar una gran concentración el día de la asamblea (que se realizará en nuestro propio colegio) para hacer efectivo nuestro reclamo, exigiendo la democratización de la Universidad de Buenos Aires, en conjunto con la FUBA, los centros de estudiantes de las facultades y del Pelle.

Consejo de Escuela Resolutivo

Desde este año ha comenzado a funcionar el órgano de cogobierno del colegio, en reemplazo del Consejo Asesor, que no tenía facultades resolutivas. Esto, sin duda, constituyó un avance, sin embargo, no podemos engañarnos con esta imagen de democratización que hemos conseguido. El primer punto a considerar es que no se trata de un Consejo Directivo (a semejanza de las unidades académicas), vale decir que no tiene atribución de elegir al rector. A partir de aquí, se construye una estructura funcional que le permite al CS seguir decidiendo como se administra nuestro colegio, indicando cada paso a seguir, pero sin hacer sentir su peso excepto cuando es necesario. Mientras tanto, se mantiene una ficción democrática.
Es necesario considerar numerosas cuestiones, de las cuales la más evidente es que la conformación del consejo le otorga una mayoría absoluta a un solo claustro: el docente (son 8, frente a 4 alumnos, 2 graduados y 1 no docente –que no tiene voto-). Para complementarlo, sólo los docentes titulares pueden votar y ser elegidos para el cargo de representante en el consejo, y como desarrollamos en el apartado sobre los Concursos docentes, la ausencia de los mismos facilita la “dedocracia”, desencadenando un grupo adicto al rector (elegido por el CS). Así también, existen numerosos aprietes, tanto a los docentes como a los no-docentes, que tienen su trabajo en permanente riesgo.
Este año, hemos tenido la suerte de que una lista de graduados simpatizante del CENBA y con voluntad de democratizar el colegio y la universidad ha conseguido los cargos de representantes. Sin embargo, la Cooperadora (en sintonía con el CS) y diversos partidos políticos (con sus variadas intenciones), podrían en el futuro ocupar los mismos.
El componente final del sistema es el reglamento del Consejo. Este fue un tema de gran debate en el ámbito del mismo y dentro del CENBA, pero finalmente, hacia el mes de mayo, se enviaron 2 proyectos al CS para que este determine como se rige el consejo. El que probablemente sea aprobado, el dictamen por mayoría (los docentes) permite que se sesione y se aprueben resoluciones sin la presencia del claustro estudiantil e incluso de los graduados (los docentes se convertirían en una mayoría automática). Aún así, el CS superior ha preferido, ante nuestra reiterada movilización, no tratar el tema, y mientras tanto, el consejo no tiene reglamento, lo cual es equivalente al proyecto explicado, con la adición de que, ante muchas cuestiones desfavorables, la rectora argumente que el consejo no puede resolver nada porque no tiene reglamento.
Desde el claustro estudiantil nos hemos enfrentado de forma bastante irregular a los avances de las autoridades por la vía del CER. Si bien nuestros consejeros se comprometieron a someterse al mandato del CENBA para tomar sus decisiones, a la práctica la mayoría de las veces debieron decidir por si mismos, con resultados varios (tal vez el caso más emblemático por su mal manejo haya sido el del receso de octubre). Es claro que esto ocurre por diversos factores. Uno muy importante ha sido la falta de un debate real en los ámbitos del centro, lo cual ha redundado en esporádicas votaciones por orden del día que no hacen más que responder a expectativas de las agrupaciones. Desde la UPC, proponemos acercar a nuestros representantes a estos ámbitos (como lo son las reuniones de delegados), pero a su vez, reinstalar el debate en las aulas a través de una política de pluralidad y no una constante bajada de línea y de las pugnas por la imposición de una propuesta o de otra. Ha sido responsabilidad de nuestros consejeros, a su vez, la falta de información recurrente que restringe el debate del estudiantado en general, y asimismo, la falta de conexión que evita que las propuestas de los estudiantes sean llevadas a cabo en el consejo, y que se prioricen las iniciativas de las agrupaciones.
En el ámbito del consejo, podemos señalar algunas cuestiones fundamentales que nuestros representantes, elegidos bajo la simple propuesta de ser “combativos”, al parecer se han olvidado de poner en práctica. Más allá de debatir con ímpetu los proyectos, dada toda la estructura que hemos expuesto anteriormente, es importante que nuestros consejeros se manejen más inteligentemente de lo que lo han hecho. Como primera medida, es fundamental mostrar en el consejo un claustro verdaderamente unido y movilizado por sus propuestas, de ser posible también en conjunto con los graduados. Esto sólo puede lograrse si se genera un vínculo verdadero con el resto del claustro, como hemos señalado antes, puesto que los consejeros no conforman una cúpula iluminada, sino que simplemente tienen la responsabilidad de representar al resto. En este punto, cabe señalar que, si la información con la que cuentan no es transmitida al estudiantado, este proceso se dificulta de sobremanera.
Otra cuestión es que, muchas veces a lo largo del año, nuestros representantes han actuado bajo una vasta ignorancia del tema tratado, lo cual le allana total y completamente el camino a la rectora y su camarilla, puesto que, en temas tan complejos y dinámicos como lo que concierne al campo de deportes, sin buena y reciente información, o no es posible argumentar frente a lo que se propone o simplemente uno acaba abogando por los intereses del consejo superior.
Pese a toda la intención de la rectora, es posible que el CER actúe muchas veces a favor de los estudiantes, ya que algunos docentes representantes se muestran disconformes con el gobierno del colegio, y es posible que acaben por darnos algunas victorias. Para esto, nuestros consejeros no sólo deben ser combativos (lo cual es fundamental), sino también deben actuar inteligentemente, estar informados, mantenerse cerca del estudiantado y lograr la unión de todo el claustro estudiantil para alcanzar nuestras metas, cumpliendo, al fin y al cabo con su responsabilidad como representantes y no siendo o una figura decorativa o un actor desgraciado (por incapacidad, falta de voluntad o mala intención) para los objetivos de nuestro movimiento


POLÍTICAS DE AUTOFINANCIAMIENTO

Es un hecho conocido para todos que el presupuesto para nuestra educación decrece día a día. La disminución de las becas otorgadas por el gobierno de la ciudad, el deterioro edilicio de los establecimientos en todo el país y los paupérrimos salarios docentes son claras evidencias de este proceso. Frente a esta situación, quienes determinan el destino de la UBA han decidido avanzar sobre la propia educación pública para tapar los huecos dejados por la falta de presupuesto. En este sentido, desde hace un tiempo se han implementado diversas políticas de “recursos propios”, aplicadas en los ámbitos de la universidad.
Uno de los modos de obtención de tales recursos es la concesión de carreras a empresas privadas -la cátedra Roche en bioquímica que es financiada por la empresa homónima- o la creación de postgrados arancelados en reemplazo de materias de una carrera, como se ha hecho en odontología y veterinaria. En tales casos, se prescinde de brindar una educación gratuita para todos, reemplazándola por un sistema más redituable, exclusivo para aquellos que pueden pagarlo.
Encontramos también intentos de venta de propiedades de la Universidad, como en el caso del campo de deportes de nuestro colegio, ante el alto valor adquirido por el terreno. Ante tal pretensión, es claro que el gobierno de la UBA está dispuesto a privarnos de un medio para nuestra instrucción como lo es una plaza de ejercicios físicos con el objetivo de obtener recursos que suplanten la ausencia de aportes del Estado.
Finalmente, se procede a la sistemática concesión de espacios físicos, para que una empresa privada preste un servicio, como en el caso de los kioscos que funcionan en nuestro colegio y el intento de licitación del bar del Pellegrini (actualmente administrado por estudiantes). Se procede de forma que la empresa concesionada pague una suma de dinero anualmente (llamada canon), a cambio del permiso para la explotación de un espacio. En el C.N.B.A, a cambio de 72 mil pesos anuales, se le ha otorgado a un privado un permiso de explotación, según el cual tiene derecho a brindar el servicio de kioscos, fijando los altos precios de los productos en acuerdo con las autoridades del colegio. En esta forma de autofinanciamiento, somos directamente los estudiantes quienes financiamos a la Universidad, al ser consumidores de un servicio que el colegio ha decidido dejar en manos de un tercero, que lucra con el mismo. No funciona así en el bar del Pellegrini, donde la administración estudiantil garantiza la venta casi al costo, beneficiando a quienes consumen allí, en lugar de a una empresa privada.
Debemos tener en cuenta que la educación pública es un derecho de todos, y que en cumplimiento de tal derecho no sólo deben existir colegios en los cuales sea posible estudiar sin pagar una cuota, sino también que estas instituciones puedan garantizar comida y materiales gratuitos o, como mínimo, con precios al costo, para los estudiantes que asistan a ellos.


Campo de deportes

A lo largo del año, se han producido múltiples debates en torno a este tema. Creemos importante resaltar algunos acontecimientos que los precipitaron y reinstalar dicho debate a partir de la nueva información con la que contamos, que es abundante.
Desde principios de 2009, los intentos por la negociación del valioso predio que ocupa nuestro campo se han multiplicado. Hacia el mes de marzo, nos enteramos por medio de un diario que la UBA estaba realizando acuerdos con la Corporación Puerto Madero (CAMPSA), que incluían cambios en la zonificación, resarcimientos económicos y obras, siendo la principal amenaza para los estudiantes la apertura de la calle por la que ingresamos al campo, ante la construcción de una torre en el terreno lindero (lo cual era parte del acuerdo) y el hecho de que la calle ya estaba trazada (aunque no estuviera construida). Nuevamente, el CENBA impidió que esto pasara, investigando y movilizándose.
Hace 2 meses, la rectora informó al Consejo de Escuela Resolutivo de la existencia de un proyecto de ley de tratamiento inminente en la Legislatura porteña. Dicho proyecto establece que el terreno que ocupamos pasa a ser efectivamente asignado como lo que es, un campo de deportes. Automáticamente, se aplica la ordenanza en relación al tipo de terreno adecuado. En este punto es imprescindible aclarar la legislación vigente para comprender la cuestión.
Cuando se determinó el “master plan” de Puerto Madero, al terreno que se asignó (ilegítimamente) como campo de deportes le fue asignada, a su, vez, la legislación respectiva. Se lo consideró un terreno de “Equipamiento Especial”, el cual, según el Código de planeamiento urbano corresponde a “Zonas de localización de usos singulares que por sus características requieren terrenos de gran superficie y normas particularizadas para cada actividad.” Dentro de esta clasificación, se le otorgó el uso de “educación pública” y se le asignó la regulación correspondiente a clubes deportivos (ordenanza nº 33.919). Esta ordenanza contempla numerosas cuestiones, pero las más trascendentes son:
Respecto al uso: “los terrenos serán destinados necesaria y exclusivamente a actividades culturales, recreativas, sociales y deportivas.”
Respecto de la ocupación del terreno: “Factor de ocupación del suelo: FOS = 70 %, de este 70% los edificios e instalaciones cubiertas, no podrán ocupar más del 25% (veinticinco por ciento). Factor de ocupación total: FOT = 0,20 (cero punto veinte).”
Respecto de la edificación: “Las edificaciones no sobrepasarán la altura de 12 m ”
Respecto del parcelamiento: “Los predios ocupados por los clubes no podrán ser subdivididos”(esto último es importante porque determinaría la ilegalidad de que construyan una calle en medio del terreno)
Todo esto rige sobre la parte de nuestro campo que fue considerada legalmente como tal, y tiene sentido en pos de las construcciones que en un campo de deportes pueden y deben realizarse. Sin embargo, la otra manzana del terreno tiene una legislación diferente, adecuada al tipo de construcción que se planeaba (y algunos hoy planean) construir ahí: una torre. Es el siguiente, el que corresponde a Subdistrito Central. Este tipo de terreno cuenta con un FOT alto, de 6. De hecho es altísimo, los edificios del centro de la ciudad de Buenos Aires tienen un FOT máximo de 3. Este hecho se relaciona naturalmente, con el uso (residencial) y el destino planificado (torre) del terreno. Sin embargo, no es posible abstraer el FOT fuera de contexto como se lo ha hecho todo el año: el FOT alto corresponde a la torre, donde sea que esté, y el FOT bajo corresponde al campo, donde sea que esté, arrastrando a su vez consigo al uso, el FOS y otras cuestiones.
Más allá de todo esto, todo el terreno se encuentra en litigio (la demanda hecha por la UBA a CAPMSA por la propiedad de los terrenos).
Considerando esto, la legislatura porteña intenta solucionar de algún modo el problema con una ley. Esta establecería, simplemente, que se reconoce como “campo de deportes”, legalmente (corrigiendo el master plan) al terreno que nos pertenece, y como “torre” al terreno al que habían intentado movernos, y que pertenece a la corporación. Esto, lógicamente, pondría fin al litigio, y la UBA recuperaría los títulos de propiedad del campo (puesto que CAPMSA no tendría argumentos para resistir la demanda).
Lo que esto implica es que en donde esta el campo realmente, se aplicaría la legislación vigente para este tipo de terrenos (que ya corre para una mitad del campo). De este modo, tendríamos un campo de deportes reconocido como tal, el cual no puede ser atravesado por una calle, tiene un uso bien definido, así como su FOS y FOT, y el límite de altura. Claramente, correspondería un FOT de 0,2. Es sabido que existe un proyecto de construir un gimnasio cubierto en el campo. Dadas las dimensiones del terreno, es posible construirlo cumpliendo con esta legislación (más allá de los impedimentos presupuestarios).
Considerando esta situación, y manteniendo el interés por conseguir recursos propios de donde sea, la Rectora y el Consejo Superior han optado por una nueva estrategia: realizar construcciones en el campo para rentar, las cuales incluirían, por lo menos un estacionamiento de varios pisos, y demás. Sin embargo, al parecer les resulta insuficiente, para realizar estas obras, el FOT que se le adjudicaría al terreno y el límite de altura propuesto. Para solucionarlo, han planteado en el Consejo Resolutivo del colegio enviar una nota a legislatura solicitando una excepción que permita elevar el límite a 21m y el FOT a 1.
Es importante recalcar que las autoridades no se están preocupando por nuestra educación, una vez más, y prefieren, como nos han dicho en la Comisión ad hoc del Campo de deportes del consejo “aprovechar el campo como se lo han impedido en el pasado”, evidentemente, para conseguir dinero a través de alquileres o ventas.
Es trascendental que los estudiantes nos informemos y debatamos esta problemática: mientras muchos intentan “conservar” el supuesto FOT 6 del campo (que ya hemos explicado que es relativo a la torre que pretendían construirnos encima), las camarillas del colegio y la universidad se aseguran que podrán lucrar con el campo. La realidad, es que lo más importante para los estudiantes tiene que ser conservar el campo de deportes como lo que es, sin dejar que González Gass introduzca una grieta legal para poder construir un estacionamiento, asegurándonos la protección de una legislación que prohíbe que se nos construya una calle en medio del terreno y que a su vez, impide gigantescas construcciones que jamás serán un gimnasio, sino más bien un Shopping. El valor del terreno para la Universidad, como patrimonio de la misma, es relativo a la privilegiada ubicación del mismo, vale decir: más allá de cuanto se pueda construir (o cuantos billetes se obtengan con una venta), el terreno sigue ahí, y si el día de mañana, un Consejo Superior realmente democrático decide construir allí la sede única de sociales, podrá hacerlo cambiando la legislación (lo cual obviamente cambiaría el FOT, además del uso), con lo cual es intrascendente que mantengamos un FOT alto “por las dudas”.
Respecto al proyecto de ley, es importantísimo que le llegue a todo el estudiantado para que sea posible debatir todos sus puntos (no solo los que desea alterar la rectora), porque antes de que la ley salga se realizarán audiencias públicas, en las cuales podemos expresar nuestra postura como colegio y como CENBA. Es imprescindible seguir de cerca la evolución de esta ley para que podamos encaminar la gran lucha que sostenemos por nuestro predio deportivo. Naturalmente, nada es una victoria definitiva: mientras la Universidad no esté democratizada, el fantasma del autofinanciamiento nos perseguirá, y el campo seguirá siendo objeto de diversas tentaciones. Por esto mismo, es fundamental que González Gass no lleve adelante su propuesta, pero también que mantengamos, en el futuro como en el presente, los ojos bien abiertos.

Fotocopiadora

Desde el año pasado, el colegio se ha hecho cargo del servicio de fotocopiadora del colegio, que anteriormente se encontraba concesionado (a semejanza de los kioscos, hoy en día). Este hecho fue, sin lugar a dudas, muy positivo: los estudiantes dejábamos de ser, cada vez que compráramos una copia, parte del sostén financiero del colegio.
Sin embargo, otros problemas surgieron, la mayoría de los cuales están relacionados con la falta de voluntad política de brindar un servicio al alcance de todos, eficiente y financiado por la Universidad, no por los mismos estudiantes. Un claro ejemplo es el actual precio de las copias y el sistema de bonos para adquirirlas.
Desde la UPC, nos hemos preocupado por reinsertar el debate sobre el papel de estas problemáticas como trabas que dificultan el acceso a la educación pública. En este sentido, cuando a principios de este ciclo lectivo las autoridades decidieron que el valor de una fotocopia fuese de 20 centavos, presionamos de forma inminente, consiguiendo una solución intermedia que constituye el precio actual. Sin embargo, la modificación del sistema de bonos y el precio al costo debieron esperar. Sencillamente, las autoridades no deseaban que la Universidad invirtiera en nuestra educación, sino que pretendían un servicio al menos rentable. Nosotros nos encargamos de llevar este debate al CENBA, de donde salió la propuesta de bajar los precios al costo e implementar un sistema de carga virtual o una tarjeta magnética, eliminando los bonos y aumentando el consumo. En teoría, sería más sencillo para el colegio bajar el precio si aumenta el consumo, puesto que en la actualidad, la fotocopiadora genera un déficit. Sin embargo, durante todo el año se nos ha negado el acceso a los balances de la administración de la fotocopiadora, para poder evidenciar si realmente los costos son altos, o si realmente la negligencia a la hora de la compra de insumos y la contratación de personal son la causa del “déficit”. A su vez, las autoridades incluyen en los gastos las copias gratis brindadas a la administración del colegio, los departamentos, el CENBA y etc., las cuales pretenden cobrarnos repartidas en el precio de las copias que si son pagas.
Sin embargo, esto no es lo más trascendente. El problema de fondo consiste en que, en realidad, la UBA debería solventar ese “déficit”, que no es más que el costo de un servicio que se brinda a los estudiantes, para que podamos acceder a una educación realmente pública. Las autoridades se niegan rotundamente a este concepto. Es más, en la última sesión del CER (hasta allí ha llegado esta problemática), la rectora acabo diciendo: “QUE EL DÉFICIT LO PAGUEN LOS ESTUDIANTES”, a viva voz.
Desde nuestra agrupación nos oponemos a este nuevo avance de las autoridades y del CS sobre nuestros derechos, y reclamamos fotocopias al costo y una mejora del servicio de bonos, como una tarjeta magnética, para que efectivamente todos los estudiantes accedan al servicio de la fotocopiadora.

Kioscos

En los últimos tiempos, ante la disminución del presupuesto educativo, quienes gobiernan la UBA han optado por solventar dicha falta con una política de autofinanciamiento. Es decir, han tomado medidas que apuntan a generar ingresos a partir de la privatización de nuestra educación, avanzando sobre este derecho social. Los intentos de venta del campo de deportes y la conversión de materias en postgrados pagos, son ejemplos de dichas políticas.
La concesión de espacios físicos, como los ocupados por los kioscos y el comedor del CNBA es otra forma de generar recursos adicionales. En efecto, la empresa privada que explota el espacio paga a la Universidad una suma de 72 mil pesos anuales (canon) para brindar el servicio, dinero que solventa los huecos presupuestarios dejados por el Estado Nacional. De este modo, se permite la instalación de una empresa que lucra en un mercado monopólico (pues ninguno de nosotros puede salir en horario de clases para consumir fuera del colegio), reteniendo los beneficios que esto implica y sin garantizar el acceso de los estudiantes a alimentos a un precio razonable, como es nuestro derecho.
A su vez, los altos precios que pagamos cotidianamente están avalados por las autoridades del colegio, sin contemplar esta situación ni la paupérrima calidad de los “menúes” y otros productos no envasados que ofrece el servicio. Ni siquiera se respetan dichos valores acordados, sino que muchas veces se cobra más de lo que exhiben las listas de precios.
Ante este estado de las circunstancias, desde la UPC, proponemos encarar la problemática en varios planos.
En primer lugar, es claro que debemos velar por el óptimo cumplimiento del contrato vigente, evitando un aumento de precios por fuera del mismo.
En segundo lugar, aprovechando la ingerencia de las autoridades como parte del contrato y la existencia de un órgano de cogobierno (aunque antidemocrático), impulsar la creación de una comisión o un equipo en el Consejo Resolutivo que se ocupe del control del servicio y los libros contables, de la revisión del contrato vigente y de la realización de modificaciones al mismo, apuntando a la mejora del servicio y la disminución de los precios; además de regular cuestiones vinculadas al mantenimiento del colegio y la fotocopiadora. Por último, sostenemos un proyecto a futuro que solucione el tema de raíz. Creemos que una gestión privada que prevea ganancias nunca satisfará las necesidades de los estudiantes, ni garantizará el cumplimiento de sus derechos; sino que solamente la gestión estudiantil de un bar puede hacerlo. Si consideramos institucionalmente el problema, sería justo que el colegio se hiciera cargo del servicio tal como hace con la fotocopiadora. Sin embargo, por las características del servicio de kioscos, sostenemos que el CNBA es incapaz de sostener precios al costo y un servicio decente (es observable ya en la fotocopiadora –es más, deberíamos abonar con bonos, dado que la caja del kiosco pertenecería a la UBA), aunque sea controlado el servicio por una comisión democrática (lo cual de por si es imposible por el reglamento del CR), por lo tanto, la alternativa restante es la constitución de un bar estudiantil funcional. Por eso planteamos la necesidad de construir un bar que se mantenga a través del tiempo y que entregue un buen servicio, lo cual consideramos muy complicado de mantener solo "de facto". Puede ser el comienzo, pero, como lo piden los mismos trabajadores del bar del Pelle (“Carlos Fuentealba”), es insostenible. Para esto, prevemos una forma legal de solucionar el problema: constituir una asociación civil sin fines de lucro que responda al CENBA, con sus respectivos responsables legales, que es de formación rápida y cumple con nuestras necesidades, otorgándole además al CENBA una pata de personería jurídica que podría utilizar para diversas cuestiones en el futuro. Una asociación civil es una persona jurídica, constituida por un conjunto de individuos (llamadas socios) que cuenta con la debida autorización del Estado. Luego de la formación de la misma, exigiríamos a GG q nos dé un permiso de explotación o concursaríamos por la licitación, ofreciendo en ambos casos un canon simbólico ($1, por ejemplo) y un servicio mucho más eficiente para los estudiantes, con precios casi al costo (ambas cosas se toman en cuenta a la hora de elegir para las autoridades, legalmente, lo cual nos permite exigirles que se pronuncien por nosotros o en contra nuestra abiertamente, cosa que en general prefieren evitar, especialmente nuestra rectora), pagaríamos algún sueldo a empleados si fuera necesario (ya se hace en el Pelle) y los seguros correspondientes. Aun así, los precios serían muy bajos (consideren el margen de ganancia) y podríamos vender todo lo q provee ahora el quiosco, además de comida de buena calidad. Por otra parte, podríamos pedir ayuda a cooperadora para insumos o inversiones u obtenerlo con un corto margen de ganancia, como se hacen los chicos del “Fuentealba”, para reinvertirlo todo en la mejora del servicio. Finalmente, con el servicio estabilizado, ya estaríamos en condiciones de exigirles a las autoridades que se hagan cargo, manteniendo el total del funcionamiento bajo el estricto control de los estudiantes y la comunidad educativa en su totalidad.Desde la UPC entendemos que la concreción de este proyecto no sólo mejoraría notablemente el paso de los estudiantes por el colegio, sino también que constituiría un escalón fundamental para detener el avance sobre la educación pública de las políticas de recursos propios impulsadas por quienes escogen el destino de la Universidad.

POLÍTICA EXPULSIVA

Es sabido que el C.N.B.A es una institución reconocida continentalmente y se encuentra, seguramente, entre los primeros escalafones de la enseñanza, incluso a nivel mundial. El simple hecho de ingresar al colegio requiere de un gasto enorme por parte de todos los aspirantes, para que, en la mayoría de los casos queden sin la posibilidad de ocupar un banco en el tercer piso de nuestro preciado colegio.
No obstante, a pesar del arduo curso de ingreso con el que cuenta el Nacional, las autoridades llevan adelante políticas expulsivas atentando contra la regularidad de los alumnos que lograron, por fin, ingresar al colegio.
El pésimo sistema de faltas, que castiga de la misma manera el quedarte dormido que el asistir a una movilización o por enfermarte; un sistema de sanciones totalmente arbitrario que se aplica, en la mayoría de los casos, sin fin pedagógico alguno y, en ocasiones, con marcados excesos que no distinguen entre graves faltas contra la convivencia de la comunidad educativa (como podría ser, insultar a un profesor) y entre temas puramente burocráticos (como puede ser la entrega de documentación en el plazo establecido); son ejemplos de esa política expulsiva de la que hablamos.
Desde la UPC consideramos que deben abrirse las puertas de la institución a la mayor cantidad de gente posible. Si es este colegio uno de excelencia educativa, creemos que es importantísimo que, en la medida de la lógica, se fomente la inclusión y la pluralidad dentro del mismo, y no persiguiéndonos con una política expulsiva que lo único que logra es meternos miedo y para nada consigue lo que busca.
Para solucionar este conflicto, impulsamos una serie de medidas.

Reforma del sistema de faltas:

Desde la UPC, entendemos que el colegio debería considerar como inasistencias justificadas a las razones de fuerza mayor que no nos permitieran concurrir normalmente a las clases del día, las enfermedades es el ejemplo más clásico que podemos citar. Respecto a ese tema en particular el reglamento interno del colegio dice “Cuando un alumno padezca una enfermedad de larga duración […] que le impidiera trasladarse al Colegio, podrá solicitar el no cómputo de tales ausencias […]. Efectuada la solicitud […] y agregado el certificado médico correspondiente, el Regente de turno podrá computar sólo media falta por día de ausencia si éstas abarcasen entre cinco y seis días hábiles continuados, informando a los Vicerrectores. Si fuesen por mayor lapso resolverá el Vicerrector del Turno.” Es decir, que si nos enfermamos 3 veces en el año, 4 días, perderíamos más de la mitad de nuestras faltas por una razón de fuerza mayor. Otros ejemplos de razones de fuerza mayor, puede ser la visita al médico, un viaje ya programado afectado por el cambio del calendario escolar, la grave enfermedad de un familiar, etc., cuestiones que tampoco están previstas y que pueden traer perjuicios innecesarios a los estudiantes.
Además consideramos que se deberían justificar las inasistencias con fin de concurrir a ciertas actividades que también hacen a la formación de los estudiantes y que ocurren en ámbitos ajenos al colegio y simultáneamente con el desarrollo normal de las clases, como puede ser movilizaciones, actividades de intereses culturales, e incluso las llamadas olimpíadas (de las distintas materias) que son impulsadas por el colegio, pero que en algunos casos son consideradas inasistencias como cualquier otra.
Por otro lado, el colegio prohíbe reglamentariamente la reintegración a los estudiantes que perdieran su condición de alumnos regulares “El alumno que computase 20 (veinte) inasistencias durante un período lectivo, perderá su condición de regular, sin derecho a reincorporación […]”. Nuestra agrupación considera que esta norma atenta incluso contra el derecho a réplica, ya que no prevé defensa alguna para quien perdiese su condición de alumno regular y creemos que debería eliminarse la prohibición a la reincorporación.
Desde la UPC planteamos que se envíe un proyecto al Consejo Resolutivo, que contemple todas estas modificaciones al sistema de faltas, que se justifiquen las faltas por razones de fuerza mayor o por asistencia a eventos que hagan a la formación del alumno, con la respectiva autorización del responsable legal del alumno y del permiso profesional, si este lo requiriese (certificado médico, por ejemplo); que se elimine la prohibición a la reincorporación, y que cada caso sea analizado por el colegio en particular para considerar si dicha reincorporación fuera justa o no y, por último, que el consejo de convivencia tratara las inasistencias polémicas computadas a los miembros del claustro estudiantil, siendo el Consejo de Convivencia el encargado de justificar estas inasistencias si así lo considerara correcto, luego de ver todos los justificativos, y no el Regente o el Vicerrector de cada turno.

Reforma del sistema de sanciones:

Actualmente la política encarada por las autoridades con respecto a las sanciones hacen que los estudiantes no puedan diferenciar una amonestación de una sanción y que el problema no se resuelva, ya que lo único que hace el colegio es aplicar una sanción (generalmente amonestaciones) y dejar ahí el problema sin llegar a la raíz del conflicto.
Un gran ejemplo de la política expulsiva es el caso de las sanciones aplicadas por no entrega de documentación en el plazo establecido. El colegio en estos casos lo que hace es ir dejando libre a los alumnos de a poco, ya que amonesta al alumno cada vez que olvida entregar la documentación y jamás llega al fondo de la cuestión viendo el por qué de que el alumno haya incurrido en dicha falta, con lo cual no se genera una conciencia en los estudiantes del por qué deben entregar la documentación, sino que lo que se genera es un “entrega la documentación porque sino te quedas libre”.
Esta política de las autoridades va hasta en contra de su propio reglamento, ya que en el Artículo 10º dice “En todos los casos se tratará de lograr que el trasgresor comprenda las razones por las cuales su conducta no debe ser admitida”. Actualmente esto no se cumple, lo que también incumple con el Artículo 5º “Los integrantes de la comunidad educativa tendrán los siguientes deberes: Guardar respeto por las personas, sus valores, opiniones y convicciones. Respetar las normas constitucionales legales y reglamentarias y las directivas e indicaciones emanadas de las autoridades creadas por ellas.”
Es por esto que desde la UPC consideramos que se debe reformar el sistema de aplicación de sanciones. Nosotros consideramos que el Consejo de Convivencia es el órgano que se debería encargar de la aplicación de las sanciones, ya que es el encargado de la convivencia entre la comunidad educativa del colegio, y es un espacio adecuado para el diálogo entre los diversos sectores de ella. Así mismo, en los Consejos se deberían poder tratar sanciones de aplicación directa, así como cualquier clase de sanciones.
Además creemos que se debería impulsar que desde el Consejo se llegue realmente a la raíz del conflicto, para así poder solucionar los problemas y no taparlos, como se hace actualmente en el colegio. Para esto los consejos deben trabajar con el departamento de orientación, como con toda la comunidad educativa, de manera de prevenir situaciones conflictivas y de poder llegar a los chicos para generarles conciencia.
Por todo esto creemos que se deberían hacer modificaciones en los Consejos de Convivencia, ya que desde allí podremos hacerle contra a la política expulsiva que mantienen las autoridades actualmente en nuestro colegio.

Consejo de convivencia

Actualmente, el consejo de convivencia funciona como un órgano simplemente apelativo, esto quiere decir que este consejo sólo puede decidir tratar las sanciones ya aplicadas por el vicerrector. Esto fomenta el centralismo del poder en las autoridades del colegio, las cuales han probado ser altamente arbitrarias. Asimismo, el consejo se mantiene como un parche, no como una solución orgánica.
Frente a esto, desde la UPC, proponemos una modificación integral del funcionamiento de este órgano, haciendo recaer el poder de decisión efectivamente sobre toda la comunidad educativa.
Para que estas cuestiones sean tratadas directamente por el consejo, planteamos una cámara de sanciones por turno y una cámara de faltas por turno, ambas permanentes, integradas por el regente de turno, 1 (uno) representante del gabinete de orientación, 2 (dos) docentes por cámara (elegidos por los docentes en el consejo) y 2 (dos) estudiantes por cámara (elegidos por los consejeros estudiantiles). Éstas tendrán la facultad de justificar faltas o aplicar sanciones de cualquier índole o de delegar esta atribución al Consejo de Convivencia en sí mismo si así se considerara correcto o si algún consejero lo solicitara por escrito.
Las cámaras se reunirían ordinariamente 1 (una) vez a la semana en un horario fijado por sus miembros, el cual puede ser modificado también por el claustro docente o estudiantil si así se decidiera.
Los consejos podrán tanto apelar como aplicar sanciones; la apelación sólo se dará en el seno del consejo y no en la cámara de sanciones. También podrán tratar la justificación de faltas. El consejo podrá proponer y llevar a cabo actividades institucionales para ayudar a mejorar la convivencia dentro del colegio.
Las sanciones de aplicación directa pasarán igualmente por la cámara correspondiente para establecer qué sanción se aplicara en cada caso. En todos los casos de sanciones se buscará llegar a la raíz del problema para evitar que éste se siga dando. Se establecerán topes máximos (y no mínimos) para sanciones de aplicación directa frecuentes en reuniones plenarias en donde estén presentes los consejos de los tres turnos.
Para otro tipo de sanciones se evaluará, en cada caso, el contexto específico para determinar la mejor manera de proceder.
En el caso de las faltas, se trataran aquellas las cuales se pida su justificación, ya sea por enfermedad, por representar al colegio en una olimpiada o por ir a una marcha. La cámara en este caso se encargaría de evaluar el pedido de justificación y de reducir o justificar totalmente la misma. Para la justificación se deberá entregar un certificado o una nota en la que se expresen los motivos por los cuales se debería justificar la inasistencia, o el haber llegado tarde a clases.
Además, los consejos podrán tratar cualquier tipo de conflicto que surgiere entre la comunidad educativa y decidir sobre ello o derivarlo a una sesión plenaria de los consejos de los tres turnos si se lo considerara necesario.
También creemos correcto que se establezca cual es la jurisprudencia del colegio, ya que por ejemplo hay casos en el que un alumno ha sido sancionado por unirse a un grupo de Facebook, esto se debe a que no esta determinada hasta donde tiene competencia el colegio para disciplinar a un alumno y aplicarle una sanción.
Es claro que, para hacer efectiva esta reforma, se debe transformar el reglamento interno del colegio. Por ejemplo:
Artículo 5º.- “Observar buena conducta dentro y fuera del colegio”. Aquí se debería especificar a que se denomina “fuera del colegio” ya que esto marca lo que entra dentro de la jurisprudencia del colegio, y al ser muy subjetivo, las autoridades pueden entender el “afuera del colegio” según como les convenga en cada situación determinada.

Artículo 13º.- “El apercibimiento y las amonestaciones serán aplicados por los Vicerrectores a pedido de cualquier integrante de la comunidad educativa.”
Esto debería cambiarse y decir que el apercibimiento y las amonestaciones serán aplicadas por los consejos de convivencia a pedido de cualquier integrante de la comunidad educativa luego de haber discutido cada situación y haber evaluado que es lo mejor para hacer en cada caso.

Artículo 14º.- “La pérdida de la condición de alumno tendrá carácter excepcional y sólo podrá ser impuesta por el Rector previo informe del Vicerrector del turno respectivo, y del Departamento de Alumnos.”
Aquí se debería agregar que el Consejo de convivencia también debe ser el encargado de tomar esta decisión, junto con el Rector.

Artículo 18º.-“Los vicerrectores podrán autorizar a los alumnos a retirarse de clase para realizar actividades deportivas, culturales u otras en representación del Colegio, no computándose en tal caso el ausente.”
Se debería agregar que el Consejo de convivencia también puede autorizar a los alumnos a retirarse si así se considerara correcto.

Artículo 20º.- “Por disposición fundada, el Rector del Colegio podrá reducir cada inasistencia a medida.”
Aquí se debería cambiar Rector por Consejo de Convivencia, ya que este sería el encargado de reducir las inasistencias.

Artículo 21º.-“En caso de conmemoraciones religiosas de credos registrados en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el Rector del Colegio podrá disponer que no se compute inasistencia a los creyentes. En su caso, podrá pedir certificado de pertenencia al Culto. Las solicitudes respectivas sólo tramitarán si se presentaran dentro de los diez días hábiles a contar desde el reintegro a clase.”
Aquí también se debería cambiar Rector el Colegio por Consejo de Convivencia.

Artículo 22º.- “Cuando un alumno padezca una enfermedad de larga duración o haya sufrido un accidente o intervención quirúrgica que le impidiera trasladarse al Colegio, podrá solicitar el no cómputo de tales ausencias, dentro de los diez días hábiles del reintegro a clase. Efectuada la solicitud en tiempo y en el respectivo formulario y agregado el certificado médico correspondiente, el Regente de turno podrá computar sólo media falta por día de ausencia si éstas abarcasen entre cinco y seis días hábiles continuados, informando a los Vicerrectores. Si fuesen por mayor lapso resolverá el Vicerrector del Turno.”
Se debería cambiar que las ausencias las trate el Regente o el Vicerrector, ya que se encargaría el Consejo de Convivencia. Se puede cambiar Regente por Cámara de Faltas y Vicerrector por Consejo de convivencia. Y se debería remover cualquier plazo mínimo para que te justifiquen una falta, ya que se debería poder justificar cualquier falta aunque sea una sola, si es que se posee la correspondiente justificación y el Consejo de Convivencia se pronunciara a favor de ello.

Libres en el colegio

Hoy en día, los libres en el colegio gozan de muchos permisos que antes tenían negados: Tienen la posibilidad de acceder al CeRLE, asistir a clases de apoyo e ingresar a la biblioteca. Hay muchas cosas que les dan la posibilidad de reincorporarse al colegio y que pueden ser aprovechadas al máximo, pero también es una realidad que, siendo el nuestro un colegio de gran exigencia, los elementos que otorga para la reincorporación de los alumnos que se encuentran libres, son insuficientes. Hay muchos chicos que tienen la necesidad de pagar clases particulares porque las dictadas en el colegio les son escasas para conseguir rendir correctamente sus materias y esto genera que, muchos de ellos, al carecer de recursos económicos para pagar clases particulares, tomen la determinación de no reincorporarse a la institución educativa al ver que no llegan a preparar las materias como deberían. También es una realidad que la cantidad de alumnos libres aumenta cada año y esto se debe en parte a un mal planteo de ciertos programas, a una desordenada organización y publicación de las fechas de examen, a una continua discrepancia interdepartamental, a abusos de autoridad, provocantes de amonestaciones y a la ausencia del consejo de convivencia durante la mitad del año para tratarlas, la correlatividad de algunas materias que no deberían serlo por no guardar parecidos con el programa del año siguiente y a la falta de concursos durante años, condicionante de la negligencia docente. Nosotros creemos que el sistema en el que se ven implicados los libres consta de múltiples fallas, algunas fácilmente solucionables, que hacen que los alumnos tengan muchas dificultades para volver a ser partes regulares de la institución. Hay una particularidad que se da en nuestro colegio y no en muchos otros (y constituye un gran logro conociendo la poca importancia que se le da al estudio hoy en día) que es la gran cantidad de alumnos que, al quedarse libres, desean reingresar de forma regular a la institución. Creemos que se debería dar más importancia a la cuestión de los libres y, para estos fines, apoyamos y reclamamos a las autoridades la creación urgente de un sistema de oyentes, que permita a los alumnos libres presenciar las clases regulares, consiguiendo trabajar más en profundidad los contenidos y facilitarles el estudio. Referente a esto, afirmamos que es la primer lucha que debemos encarar, aunque no la última, siguiendo por el sostenimiento y buen funcionamiento de las instituciones de trata de sanciones y abusos de autoridad como son los consejos de convivencia, dando así los primeros pasos para que el colegio deje de ser una institución excluyente como lo es hoy en día por estas y demás razones. También consideramos que los libres, tanto como los alumnos regulares, al ser representados por el CENBA, tienen derecho a ser elegidos para ocupar cargos dentro del mismo.


Otras propuestas:

Actualmente se ve que en el colegio tenemos ciertos recursos como biblioteca, informática, la página del colegio, etc. que están siendo desaprovechados o mal aprovechados en ciertos casos. Desde la UPC nos parece importante impulsar el correcto uso de los espacios y de los recursos del colegio.

Ping-Pong:

El año pasado la cooperadora Amadeo Jaques compró dos mesas de ping-pong para el colegio, gastando una gran cantidad de dinero. Actualmente estas mesas están ubicadas en el SUM. A pesar de haberse comprado para la recreación de los estudiantes, utilizar estas mesas tiene ciertas dificultades. Para poder utilizarlas se debe sacar un turno en el DEYBE, en el subsuelo y luego subir cuatro pisos para llegar hasta las mesas. Los horarios en que se pueden usar las mesas son reducidos, y siempre en los mismos horarios, por lo cual muchos estudiantes ven negada la posibilidad de utilizarlas. Como jugar al ping-pong hace mucho ruido, en los momentos en que hay clases de apoyo en el SUM, las mesas se ven inutilizables. Es por esto que no hay horarios en el turno mañana, y en el turno tarde, los días que hay, son siempre luego de las 15:00hs.
Desde la UPC creemos que se ha invertido mucho dinero en estas mesas y que todos deberían poder utilizarlas sin tener que estar restringidos por los reducidos horarios en las que actualmente se pueden usar. Por eso venimos pidiendo hace tiempo que se amplíen los horarios en que se utilizan dichas mesas. Al explicarnos que no se podía por las clases de apoyo, solicitamos que se cambien las mesas de lugar, para así todos poder disfrutar de las mesas. Sugerimos que se coloquen en el antiguo gimnasio (donde se encuentra el CERLE), en la sala de tiro (al lado del microcine, la entrada a los túneles del colegio), como muchos otros lugares, y en todos nos han dado excusas para no cambiarlos. Es por esto que hemos pensado otro lugar para poder ubicarlas, la mansarda del colegio.

La mansarda y la terraza del colegio.

Para los que no saben lo que es la mansarda, es un espacio desaprovechado que se encuentra por encima del tercer piso, en el frente del colegio, que que es un lugar similar a un desván. Actualmente este lugar está lleno de excremento de murciélagos y ratas, está muy deteriorado y su acceso consiste en una escalera oxidada. Nuestra propuesta, ya que se están realizando reformas edilicias en el colegio, es reparar este espacio y aprovecharlo para, si es posible, hacer una especie de gimnasio en donde se puedan realizar actividades y donde además se puedan poner las mesas de ping-pong. Así mismo, el acceso a la escalera que llega hasta este lugar se encuentra en una de las terrazas del colegio, la cual comunica informática con el claustro de primer año. Por lo cual para ampliar la propuesta, desde la UPC, consideramos como posibilidad techar dicha terraza, o adecuarla para que los alumnos puedan pasar por ella, de modo que se lograría un paso directo entre informática y primer año, que es el único año que rinde esta materia.

Informática.

Además de considerar útil un paso directo entre el claustro de primer año e informática, ya que dicho claustro es el único que tiene la materia, creemos que este gabinete esta muy desaprovechado. Las computadoras no son óptimas, ya sea porque son antiguas y obsoletas o porque no funcionan como deberían, los ayudantes no respetan las propias normas del departamento (por ejemplo, usan el msn). Desde la UPC consideramos necesario impulsar una actualización del material de informática, ya que el mismo es obsoleto, de modo que se optimizaría el trabajo realizado en el gabinete y presentaría una más amplia gama de programas para utilizar. Además creemos que se deberían hacer talleres para enseñar programación y computación, ya que al tener un solo año de esta materia, se le da muy poca importancia a esta actividad que, actualmente, en el mundo es muy requerida yútil.
También creemos pertinente una actualización del programa de la materia informática, más específicamente de la enseñanza de Pascal. Creemos que se debería enseñar un lenguaje de programación más actualizado, ya que Pascal resulta ser obsoleto y hoy en día casi no es utilizado. Se podría enseñar tanto programación como programación web, ya que el Internet es algo muy difundido en estos días.

Página Web del Colegio.

La página del colegio (www.cnba.uba.ar para los que no saben) se encuentra desactualizada y le falta información. Le faltan tanto que profesores dan cada materia y en que años, que se encontraba en la versión anterior de la página, como también los horarios de los profesores, de los TP’s, algunos programas, etc. Por esto desde la UPC hemos ido a hablar con el departamento de servicios informáticos del colegio (encargados de la página) para encontrar una solución a este problema. Revisamos a fondo la página del colegio y fuimos a consultarles sobre todas las cosas que faltaban para que se actualice. Creemos que se debería poner, (como esta previsto), los horarios de los TP’s, las guías de los TP’s, las notas de los TP’s, los profesores por materia, y en que año dan clases, los horarios de los profesores para poder ubicarlos en el colegio, agregar los programas que faltan, agregar los horarios de las olimpiadas, incluir las fechas de mesas de examen. También fuimos con el proyecto de un portal que sea de los alumnos, en donde cada alumno pueda ingresar con su usuario del colegio (todos poseen uno, se crearon automáticamente a raíz del conflicto de la gripe porcina, para consultarlo pregunten en informática.) y pueda ver vía Internet sus notas, faltas y sanciones, como así sus fechas de TP’s, horarios de olimpiadas y muchas otras cosas. También creemos que el Campus del colegio (campus.cnba.uba.ar) esta muy desaprovechado, esto según nos dijeron es porque el servidor utilizado es el servidor de la UBA, con lo cual el ancho de banda disponible es muy poco, y que se conecten muchas personas hace caer la página del colegio. Por lo cual desde la UPC creemos que sería bueno que se contrate un servidor para el colegio (no son muy caros) para poder alojar nuestra página y nuestro campus, ya que Internet es algo cada día más usado y sería provechoso poder acceder a nuestros elementos escolares desde Internet.

Biblioteca.

A pesar de que dentro de todo la biblioteca funciona bien, desde la UPC tenemos varias propuestas para que funcione aun mejor y para ayudar a los estudiantes.
Cuantas veces habremos ido a la biblioteca para encontrarnos que ese libro que necesitábamos ya lo habían sacado, (porque casualmente es el que el profesor en clase dijo que sería útil para estudiar), por lo cual creemos quesería útil, que los libros que más se usen, los que son generalmente pedidos por los profesores, se puedan escanear, como una forma de digitalizar la biblioteca. Desde la biblioteca también creen que es una buena idea, pero no pueden realizarlo ya que el colegio no les quiere comprar el material necesario para hacerlo, por lo cual creemos que deberíamos impulsar la compra de este material (scanners) ya que digitalizar aquellos libros más usados es bastante útil para aquellos momentos en que necesitamos estudiar de los libros que todos en ese momento van a necesitar, por lo cual van a ser más difíciles de conseguir. También creemos que se podrían digitalizar las guías que se encuentran en fotocopiadora (con permiso de los profesores) ya que lo que se busca no es hacer un negocio con la educación sino que aprendamos, entonces así podríamos tener mayor alcance a los apuntes que nos dejan nuestros profesores. Así mismo creemos que la biblioteca debería ser un servicio menos dependiente, y que los libros más usados estén al alcance de los alumnos para poder consultarlos allí en biblioteca sin la necesidad de tener que ir a pedirlos al mostrador. Así se agilizaría el proceso de estudio ya que podríamos acceder a los libros de consulta que necesitamos de manera más rápida, y veríamos que existe confianza por parte del colegio para con nosotros.

Charlas con los estudiantes

Desde la UPC creemos importante impulsar charlas para los estudiantes desde el Consejo de Convivencia para ayudar a los mismos a mejorar su paso por el colegio. Por ejemplo creemos que serían importantes charlas con los alumnos de primer año para hablar sobre temas como las mesas de examen y diversos temas que tal vez no conocen del colegio por ser su primer año. Esto ayudaría, por ejemplo cuando van a rendir una materia en diciembre, a que no la enfrenten con el miedo que tendrían si no supiesen nada de lo que es una mesa de examen, ya que esto podría contribuir a que desaprueben esa instancia, no por no haber estudiado, sino tal vez porque, al no estar acostumbrados a ese tipo de evaluación, no sepan que hacer. A pesar de que Orientación a lo largo del año intenta hablar con los alumnos para ayudarlos con este tipo de cosas, creemos que charlas hechas por alumnos de años superiores serían más eficientes, ya que existe más confianza con alguien que tiene casi la misma edad que vos (son solo unos años de diferencia) que con una persona ya mayor y a la que le llevas mucho más de una década.

Pantalones cortos.

Como ya todos sabemos, según el artículo 7 de nuestro reglamento, no esta permitido el uso de pantalones cortos en el colegio. Es una desagradable experiencia en días de 30ºC o más concurrir al colegio en pantalones largos. Es por esto que desde la UPC creemos que se debería modificar este artículo para que de una vez por todas se puedan usar pantalones cortos dentro del colegio.


MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Desde la UPC, tenemos vivo en nuestra consciencia que la educación no está siendo afectada solo en el CNBA y la UBA, sino claramente en un plano que nos toca también de forma directa, la Ciudad de Buenos Aires.
En la capital, el presupuesto educativo se estableció en un 5%, del cual el 4% fue sub-ejecutado (una facultad del ejecutivo) para destinar fondos a la reparación de las calles. Este acto derivó en la reducción del monto designado para las reformas edilicias necesarias en los colegios, la reducción de becas y viandas para los estudiantes y el estancamiento del salario docente en un ámbito económico donde la inflación crece.
Estos problemas se trataron en los distintos centros de estudiantes de la ciudad, incluyendo el CENBA, para comenzar a formar soluciones. Lamentablemente el debate en nuestro colegio fue y sigue siendo pobre, fruto de la falta de información horizontal y participación estudiantil.
Desde la UPC consideramos que la forma de encarar los conflictos, para adentro como afuera del colegio, es la concientización. ¿Qué es la concientización? Es una lucha para que cada estudiante forme una opinión crítica sobre la realidad, que se debe encarar con debate e información. Creemos que la política debe dejar de verse como algo ajeno, sino que es un concepto que cada uno forma con su decisión y su opinión. La política estudiantil es precisamente eso, estudiantil. Por lo cual cada alumno debe darse cuenta que conforma un espacio, que no elige un representante para desligarse de una responsabilidad, sino para compartirla con este.
Como conducción fomentaríamos la consciencia con medidas como la conformación de mesas de debate entre cada año y entre todos los estudiantes, donde se traten temas internos y externos, organizadas periódicamente. También constituir un volante con contenido externo (conflictos sindicales, leyes, medidas de los gobiernos) que apunten al debate. Al fin y al cabo, construir la consciencia con cada factor que la compone, información, debate y definiciones propias de cada alumno; y no con un manejo de la “Información más importante” por parte del CENBA, no con bajadas de línea y propuestas prefabricadas.
Esto nos llevará a poder constituirnos no solo como un Centro de Estudiantes fuerte, sino como una parte del movimiento estudiantil de la Capital Federal y la Argentina. Actualmente este movimiento se nuclea en la CUES, la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios, que defiende la educación pública de los avances que sufre. El año pasado se tomaron más de treinta colegios en repudio al recorte de las becas, lo cual consiguió que se reinstituya la mitad, pero la lucha continúa y debemos reforzar la CUES, tomar el rol que nos corresponde en la misma y reformar la educación y de esta forma lograr una reforma social hacia una vida justa, democrática y consciente.

Digamos basta a la represión.

Los argentinos contamos en nuestra historia con una gran cantidad de violaciones de los derechos humanos. A partir de 1983, dijimos “nunca más”, pero esa voluntad no se respetó y hoy en día se sigue transgrediendo.
Los gobiernos argentinos han crecido en brutalidad y políticas de represión, y lo que es peor aún, la gente lo pide. Todo esto es raíz de una falta de consciencia terrible dentro del pueblo, algo que como estudiantes podemos cambiar a futuro. Pero también debemos reconocer la gran influencia de los medios a la hora de generar este tipo de ideas, haciendo campañas de “mano dura” para presionar a los gobiernos hacia una postura represiva. Esto no quita culpa a aquellos que sucumben a este tipo de medidas que solamente sirven para fomentar la desunión y ser funcionales a un sistema económico frustrante que destrozó nuestro país, el neoliberalismo.
Los estudiantes debemos comprender que los derechos humanos no implican solamente vivir o no ser torturado, existen otros derechos como el de la educación, el de la salud, el de la manifestación y el de la libre expresión. Últimamente parece que ejercerlos fuese un privilegio, lo cual es más terrible aún. ¿Cuál será el próximo paso? ¿Qué el derecho a la vida también sea un privilegio?
La realidad es chocante y nosotros no podemos evitarla. No podemos evitar ver las políticas represivas en la educación, el regreso de las listas negras a los centros de estudiantes, la represión a los estudiantes universitarios; y yendo más lejos las represiones en movilizaciones gremiales, e inclusive ahora en eventos recreativos, como lo fue el recital de Viejas Locas, donde la policía federal reprimió a las personas que no podían entrar al estadio por sobreventa de entradas.
Desde la UPC, creemos que el movimiento estudiantil debe volver a tener la trascendencia que tuvo antes de la dictadura, importancia a la hora de defender la educación y de esta forma la avanzada neoliberal que nuestro país vive eternamente. Por eso tenemos que reconocer como enemigo a todo aquel que se decida a ignorar derechos y reprimir.
Desde el CENBA propondremos luchar contra la represión, sea manifiesta con violencia o con recortes de espacios de debate. A través de un estudiantado conciente, nuestro Centro de Estudiantes, la CUES y el movimiento estudiantil en general podrá sostener la lucha contra la avanzada represiva.
¡Frenemos la represión juntos! En estas elecciones combatamos el avance de la derecha.

Presupuesto educativo

Cómo todos sabemos defender la educación pública no es sólo defender su contenido, sino también entre otras cosas es defender su integridad. Desde un nivel macro en la Argentina en su totalidad hacia un nivel micro en la Capital Federal y en la UBA se está viviendo una política de recorte presupuestario alarmante que afecta los salarios de docentes, no docentes y el estado edilicio de escuelas y colegios.

El año pasado vivimos con el gobierno de Macri un recorte del presupuesto de las becas y las viandas en toda la Capital Federal que además estuvo acompañado con la burocratización de la inscripción para las mismas haciendo que sea mucho más complicado el acceso a ellas por parte de los estudiantes más necesitados. Sin embargo gracias a la movilización y la toma de muchísimos colegios secundarios se consiguió la restitución del presupuesto, aunque no en su totalidad. Este año vemos como muchísimos colegios tienen un estado edilicio deplorable, como no tienen gas o electricidad haciendo que estudiar en ellos pase de ser un beneficio a ser una tortura inaguantable.

¿Y qué hace el gobierno de la Ciudad para solucionarlo? Subejecuta el presupuesto ya de por sí mínimo que tiene la educación para embellecer las calles y plazas de la Capital, mientras los chicos del Mariano Acosta esperan que su techo se termine de caer y los chicos del Normal 1 sufren que su techo ya se haya caído.

¿Cómo se llegó a esto y qué podemos hacer para solucionarlo?

Antes de la dictadura militar que marcó al país de forma prácticamente irremediable el movimiento estudiantil tanto secundario como universitario poseía una fuerza indescriptible. Su unión era realmente efectiva y hacía que su voz se escuchase a toda costa. Sin embargo, se vio totalmente marcada por la dictadura militar y por los subsiguientes gobiernos que, a pesar de ser democráticos, no demostraron una completa apertura hacia las quejas estudiantiles.

A pesar de todo esto, nosotros no nos podemos quedar con la boca cerrada, si el gobierno no quiere oírnos tenemos que buscar la forma de hacernos escuchar y de hacer llegar nuestros reclamos. Tenemos que volver al movimiento por el cual nuestros compañeros desaparecidos tanto luchamos, para reivindicar sus luchas y continuar con las nuestras.

Para esto tenemos que hacer efectiva la ya formada CUES (Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios) y lograr que todos los colegios secundarios, no sólo de la Capital, sino de provincia y el resto del país nos unamos para poder seguir luchando. Muchísimos colegios aún no cuentan con un centro de estudiantes, tenemos que lograr con una concientización de todo el estudiantado, que se vayan creando estos centros.

Para poder unificar nuestros pedidos, para volver a esa juventud consiente que teníamos hace ya más de 30 años, para que nos escuchen, para conseguir el presupuesto que merece la educación, para todo esto y mucho más, unamos al estudiantado y construyamos nuestro futuro.

CUES

El CENBA por estatuto tiene la atribución y obligación de defender la educación pública. Las condiciones edilicias, laborales y estudiantiles en la Capital Federal son paupérrimas. La organización del estudiantado no está dada prácticamente, y si existe, está poco desarrollada, tanto es así que en muchos colegios no existe un centro de estudiantes o bien este no tiene la influencia que creemos debería con lo cual los intereses de los estudiantes no se ven efectivamente defendidos contra los posibles ataques de quienes toman las decisiones en los colegios, o incluso en el gobierno, es decir que existen muchos colegios en los que, aun teniendo su centro de estudiantes constituido, la actividad política estudiantil se ve reprimida por los directivos del mismo para evitar la aparición de disturbios en él como así también la politización y concientización de sus estudiantes.
Desde hace dos años, la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios nuclea a los centros de estudiantes de la capital para garantizar la firme defensa de los reclamos y necesidades estudiantiles mediante una acción de conjunto.
Desde la UPC, proponemos que la CUES sea un organismo que fomente el movimiento estudiantil en los colegios dado que, como ya mencionamos, está muy poco desarrollado, reprimido por las autoridades o es inexistente en muchos colegios.
Pensamos que desde este organismo que agrupa a los secundarios es de donde tiene que atacarse el gran problema que representa tener una buena calidad educativa y es por eso que nos queremos abocar al trabajo que significa concientizar a los alumnos de los colegios sobre la necesidad de conformar un movimiento estudiantil fuerte para afrontar todos los conflictos que surjan tanto a nivel interno de los colegios como a nivel externo y que involucren a la educación pública en general para poder, en este espacio, luchar por encontrar una solución efectiva y duradera en cooperación con otros secundarios. Consideramos que la CUES debe ser un espacio totalmente abierto y que asegure que todos los estudiantes puedan expresarse libremente.
El funcionamiento de la CUES, hoy en día, es bastante defectuoso ya que sólo los estudiantes nucleados en las distintas agrupaciones políticas participan activamente de ella, y no se consigue captar el interés del estudiante independiente. Es por eso que invitamos a todos los estudiantes del CNBA a participar de la Coordinadora con el objetivo de constituir un espacio que apoye las luchas de todos los estudiantes secundarios de la Capital Federal en su integridad y provea un ambiente ampliamente participativo y que garantice la pluralidad de opiniones políticas, desde la UPC, llamamos a fortificar la CUES y brindarle todo el apoyo posible en su interminable conflicto.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Tras 33 años, exijamos que se respeten nuestros derechos


Durante la semana pasada, hemos experimentado la recuperación del compromiso de lucha por la educación pública, por el cumplimiento de nuestros derechos como estudiantes, pero también como ciudadanos.

Es necesario comprender que la reacción de todos nosotros ante la restricción de nuestro derecho a movilizarnos en conmemoración de “La noche de los lápices”, pero sobre todo, en reivindicación de la lucha por los derechos sociales incumplidos ayer y hoy, habría sido impensable sin el debate instaurado en las jornadas del día anterior.

Durante las nombradas jornadas, luego de dar un amplio debate sobre diversos temas, el claustro estudiantil decidió marchar como Centro de Estudiantes el día miércoles 16/9 sumándose a la enorme movilización de los secundarios de la ciudad de Buenos Aires que se llevó a cabo en conmemoración de aquella fatídica noche, y como una manera de reivindicación a la lucha que llevaron a cabo los compañeros durante la década del 70’.

Sin embargo, las autoridades del colegio no autorizaron la salida de clase para los alumnos del turno vespertino que desearan movilizarse; como ya había anticipado la rectora, Virginia Gonzales Gass, durante la sesión del Consejo Resolutivo del día 7/9. En tal ocasión, sosteniendo que la decisión de autorizar o no la marcha recaía sobre ella, y que no estaba dispuesta a otorgarla. Pese a la amenaza de castigo, ya sea con falta o sanción por parte de la rectora, muchos chicos del TV decidieron marchar, junto a sus compañeros de la mañana y la tarde.

Al regresar de la movilización, contrariamente a lo antes pactado, las autoridades decidieron que el colegio cerrara sus puertas 19:30 Hs, dejando a los estudiantes fuera del mismo por “seguridad”. Ante la presión que ejercieron, luego de una hora dejaron que pasaran, no sin antes retirar a los que permanecían dentro por la entrada de la calle Moreno, impidiéndoles permanecer en asamblea con sus compañeros.

Los estudiantes que dieron el presente y salieron a marchar fueron sancionados, a quienes no indicaron asistencia se les puso media falta, en caso de llegar antes de las 19 30 Hs. y una falta entera en caso de llegar luego de ese horario.

El argumento manejado por la rectora para “justificar” esta decisión radica en la pérdida de clase. Esto representa una mentira por parte de las autoridades, ya que las actividades institucionales podrían haber continuado normalmente, ya que hubieran sido sólo los que desearan marchar quienes se habrían retirado de las aulas. Además, creemos que considerar que marchar en razón del 16 de septiembre es una pérdida de clase, es un insulto a los valores y a las luchas que reivindicamos durante la movilización.

El día jueves, estuvimos en contra de tomar el Colegio ya que no lo consideramos oportuno en el momento, sino que creíamos más apropiado seguir otro plan de lucha. Tengamos presente que el CENBA debe continuar avanzando hasta que las autoridades rectifiquen su posición y que ningún compañero del turno vespertino tenga que recibir sanciones o faltas por movilizarse. Asimismo, creemos que sería valioso contar con el apoyo del claustro docente y de los padres, para cualquier me-dida que decidiéramos tomar.

Este conflicto no es sólo por la aplicación de las faltas o las sanciones en sí, sino por lo que ello representa: es un claro atentado a nuestro derecho a movilizarnos y a nuestra independencia de las autoridades, y esas dos cuestiones no son bajo ningún punto de vista negociables.

Por todo esto, planteamos llevar la lucha al consejo resolutivo, el cual sesiona este viernes (25/09) y allí exigir que el órgano reconozca el levantamiento del turno vespertino que se dio en ocasión de la movilización por la noche de los lápices.

Sin embargo, no pecamos de ingenuos, y somos concientes que es muy posible que exista una negativa por parte del CR, con lo cual creemos que debemos continuar el plan de lucha, enfocando la presión a la primera sesión de Consejo de Convivencia, la cual debería ocurrir el próximo lunes (28/09) y en esa instancia volver a exigir que se quiten las sanciones y las faltas a los estudiantes del turno vespertino por marchar el 16 de septiembre.

Si aún en esa instancia, las autoridades se niegan a rectificar su opinión, el estudiantado debe estar listo para tomar la medida de fuerza que sea necesaria y llevar esta lucha hasta el final, ya que creemos que nuestro derecho a movilizarnos y nuestra independencia de las autoridades del colegio no deben ser puestas en discusión.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Los kioscos: el gran negocio dentro del colegio


En los últimos tiempos, ante la disminución del presupuesto educativo, quienes gobiernan la UBA han optado por solventar dicha falta con una política de autofinanciamiento. Es decir, han tomado medidas que apuntan a generar ingresos a partir de la privatización de nuestra educación, avanzando sobre este derecho social. Los intentos de venta del campo de deportes y la conversión de materias en postgrados pagos, son ejemplos de dichas políticas.

La concesión de espacios físicos, como los ocupados por los kioscos y el comedor del CNBA es otra forma de generar recursos adicionales. En efecto, la empresa privada que explota el espacio paga a la Universidad una suma de 72 mil pesos anuales (canon) para brindar el servicio, dinero que solventa los huecos presupuestarios dejados por el Estado Nacional. De este modo, se permite la instalación de una empresa que lucra en un mercado monopólico (pues ninguno de nosotros puede salir en horario de clases para consumir fuera del colegio), reteniendo los beneficios que esto implica y sin garantizar el acceso de los estudiantes a alimentos a un precio razonable, como es nuestro derecho.

A su vez, los altos precios que pagamos cotidianamente están avalados por las autoridades del colegio, sin contemplar esta situación ni la paupérrima calidad de los “menúes” y otros productos no envasados que ofrece el servicio. Ni siquiera se respetan dichos valores acordados, sino que muchas veces se cobra más de lo que exhiben las listas de precios.

Ante este estado de las circunstancias, desde la UPC, proponemos encarar la problemática en varios planos.

En primer lugar, es claro que debemos velar por el óptimo cumplimiento del contrato vigente, evitando un aumento de precios por fuera del mismo.

En segundo lugar, aprovechando la ingerencia de las autoridades como parte del contrato y la existencia de un órgano de cogobierno (aunque antidemocrático), impulsar la creación de una comisión o un equipo en el Consejo Resolutivo que se ocupe del control del servicio y los libros contables, de la revisión del contrato vigente y de la realización de modificaciones al mismo, apuntando a la mejora del servicio y la disminución de los precios; además de regular cuestiones vinculadas al mantenimiento del colegio y la fotocopiadora.

Por último, sostenemos un proyecto a futuro que solucione el tema de raíz. Creemos que una gestión privada que prevea ganancias nunca satisfará las necesidades de los estudiantes, ni garantizará el cumplimiento de sus derechos; sino que solamente la gestión estudiantil de un bar puede hacerlo. A su vez, pensamos que la mejor forma de que sea funcional y pueda perdurar en el tiempo es constituir una asociación civil sin fines de lucro que responda al CENBA, con sus respectivos responsables legales, que es de formación rápida y cumple con nuestras necesidades. Una asociación civil es una persona jurídica, constituida por un conjunto de individuos (llamadas socios) que cuenta con la debida autorización del Estado. Mediante dicha sociedad los estudiantes podríamos obtener el permiso para brindar el servicio, garantizando el cumplimiento de nuestros derechos, vendiendo productos de calidad con los precios al costo.

Desde la UPC entendemos que la concreción de este proyecto no sólo mejoraría notablemente el paso de los estudiantes por el colegio, sino también que constituiría un escalón fundamental para detener el avance sobre la educación pública de las políticas de recursos propios impulsadas por quienes escogen el destino de la Universidad.


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Plataforma 2009


Orígenes

La UPC, como muchas agrupaciones, surge del debate entre un grupo de compañeros que identifican y ven salidas comunes a los problemas que enfrenta el C.E.N.B.A. Entendiendo desde la perspectiva de alumnos que no tuvimos interacción dentro la dirigencia del Centro de estudiantes de años anteriores, nuestra principal propuesta es abrir las puertas de diálogo y participación que fueron ignoradas. Buscamos un Centro que no sólo se concentre en las problemáticas a nivel externo que hoy en día son tan comunes y que se resumen en la destrucción de la educación pública, la cual se supone que debe defender, sino en aquellas que nos afectan como estudiantes que entorpecen la excelencia educativa, aquellas que quizás parecerán pequeñas pero que al fin y al cabo, como detalles, hacen una diferencia en la estadía de los alumnos. A su vez, planteamos la idea de un C.E.N.B.A. realmente participativo, que brinde confianza a los estudiantes en su camino a la militancia. Una militancia que no implique un alineamiento con una agrupación necesariamente y que fomente la conciencia estudiantil hacia un futuro más democrático y activo. La pregunta más frecuente frente a cualquier agrupación, partido, etc. es:¿Qué los diferencia y los caracteriza? Si bien podríamos decir que hay varios objetivos compartidos entre la UPC y las demás agrupaciones del C.N.B.A., se debe destacar una diferencia de opiniones políticas, prioridades y metodologías.Por empezar, la UPC está a favor de la defensa de la educación pública y su democratización. ¿Cómo se defiende la educación pública? Con responsabilidad y militancia consciente, dirigida al correcto funcionamiento de las instituciones educativas, de los contratos docentes, de la administración del presupuesto.


¿Y la democracia dónde quedó?

Este año, en las elecciones de Consejo Resolutivo, la UPC le dio un gran énfasis a la titularización docente. El planteo sigue dos líneas.
• Los docentes interinos (que lamentablemente son la mayoría en el colegio) no tienen permitido presentarse ni votar candidatos para el Consejo Resolutivo. Teniendo en cuenta que este consejo ya es antidemocrático por su conformación (8 docentes sobre 4 alumnos, 2 ex alumnos y un no docente con voz pero sin voto, lo cual les confiere la mayoría absoluta), nuestro planteo es: ¿Qué clase de democracia tenemos cuando solo un 40% de los docentes votan a sus representantes?
• Los docentes interinos a su vez, trabajan por contratos que año tras año deben ser renovados. De más está decir que un contrato no renovado no es lo mismo que un despido, no se indemniza de ninguna manera al docente. Esto no solo provoca una incontrolable inestabilidad laboral, sino que apela a la desmovilización docente, causada por el temor de cada uno de ellos de que su contrato no sea renovado el año siguiente. Esta falta de regularidad es impresentable tanto en el C.N.B.A. como en la U.B.A.
Desde la UPC pediremos a los consejeros estudiantiles que planteen urgentemente la titularización por concursos de todos los puestos interinos y que se llame a concursos a todos los puestos titularizados a dedo durante el año pasado en el Consejo Resolutivo y abordaremos, en caso de ser necesario, una profunda lucha para conseguirlos.


¿Eso es todo?

La lucha por la democratización se entiende por delegar las atribuciones que hoy en día recaen en la rectora hacia un Consejo Directivo democrático. Conformado por los claustros de la comunidad educativa del colegio, docentes, alumnos y no docentes. Dicho consejo impediría mandatos autoritarios que amenazan la integridad de nuestra estadía y educación en el C.N.B.A. En cuanto a la historia de esta lucha, obviaremos los hechos que se desencadenan desde el 2006 (tomas, marchas, actas de compromiso, etc.) y saltaremos directamente al presente, a lo que nos compete en la actualidad .Vale destacar que si bien el Consejo Resolutivo es un buen primer paso hacia la democratización del colegio, no es más que una falsa victoria. No podemos engañarnos; este consejo tiene una conformación antidemocrática, con una mayoría absoluta docente y cuenta con la participación de un claustro que, en nuestra opinión, no debería tener tanta representación, el de los graduados, quienes creemos que deberían contar con voz, pero sin voto. Además cabe destacar que este consejo solo cuenta con algunas atribuciones de la rectora. Esto es inaceptable.Desde la UPC llamamos a continuar la lucha por la democratización hasta conseguir un Consejo Directivo verdadero, con conformación democrática de docentes, alumnos y no docentes, sin mayorías absolutas y con todas las atribuciones ejecutivas.


La defensa de la educación pública

El CENBA por estatuto tiene la atribución y obligación de defender la educación pública. Hoy en día, nuestro colegio no se ve afectado directamente por las medidas que tomase el gobierno de la ciudad ya que responde a la UBA, es decir, al gobierno nacional. Sin embargo, esto no debe significar que nos encerremos en una burbuja.Las condiciones edilicias, laborales y estudiantiles en la Capital Federal son paupérrimas. La organización del estudiantado no está dada prácticamente, y si existe, está poco desarrollada. Tanto es así que en varios colegios no existe un centro de estudiantes conformado como tal y varias veces sus pedidos son desatendidos por las autoridades del mismo. Por otra parte, hay muchos colegios en los que, aun teniendo su centro de estudiantes constituido, la actividad política estudiantil esta reprimida por los directivos del colegio mediante el uso de sanciones disciplinarias para evitar la creación de disturbios en él como así también la politización y concientización de sus estudiantes.Desde hace dos años, la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (antes conocida como CES) viene nucleando a los centros de estudiantes de la capital para garantizar, a través de las medidas en conjunto, una lucha efectiva por un presupuesto escolar, condiciones edilicias y laborales decentes. Con el objetivo de constituir un espacio que apoye las luchas de todos los estudiantes secundarios de la Capital Federal en su integridad y provea un ambiente ampliamente participativo y que garantice la pluralidad de opiniones políticas, desde la UPC, llamamos a fortificar la CUES y brindarle todo el apoyo posible en su interminable conflicto.


Políticas internas

Hemos hablado de la defensa de la educación pública a nivel macro, y ahora es tiempo de concentrarnos en el colegio que tenemos más próximo, el nuestro.


Fallas presupuestarias en el colegio

El CNBA está azotado por un déficit presupuestario que golpea a la UBA en general, que a su vez no demuestra intenciones de mantener nuestro colegio entero. Esto, acompañado por una política de recursos propios dentro del colegio focaliza los problemas centrales que debemos enfrentar. El natatorio es un claro ejemplo del mal aprovechamiento de lo que poseemos, de cómo en un colegio que tiene un natatorio propio, no podemos gozar enteramente de ese beneficio que no tienen muchos otros colegios; el agua de los baños a veces no funciona, los vestuarios están siempre inundados, la pintura del techo se cae sobre la pileta mientras los chicos desarrollan sus actividades. Esto es algo que no debería pasar, pero el gran problema es que pasa y ¿por qué? Porque la UBA no puede proveernos del presupuesto suficiente para refaccionar el natatorio y aprovecharlo al máximo.Todos estos ejemplos nos hacen mirar hacia un solo lado, ¿qué estamos haciendo para combatir el déficit presupuestario y la política de recursos propios? Solo vemos a los problemas aislados y no a una solución global. El consenso de la comunidad educativa del CNBA.Hay algunos, quizás con el objetivo de la contra campaña nomás, que prejuzgan el diálogo como improductivo, innecesario e inútil. Pero lo cierto es que ahora más que nunca el colegio debe estar unido y llevar una lucha conjunta. Abriendo canales de comunicación antes cerrados por el empleo de políticas de choque.Debemos para esto conocer a quienes nos apoyan y a quienes no. Hasta ahora, por ejemplo, las autoridades han funcionado en modalidad de “stand by”, observando tranquilamente mientras docentes, no docentes y estudiantes se movilizaban por la defensa del campo de deportes en varias ocasiones. El diálogo tiene sus límites y los están pisando. Es notorio que ahora que los claustros están juntos y tienen, de esa forma, más poder. Poder para plantarse de una vez por todas frente a una rectora que, si recordamos, no solo tuvo una elección en la que no participamos, sino que fue a dedo por Hallú (su elección fue influenciada por el gobierno oficialista) Hay que levantarse en repudio frente a esto, como no se hizo en el 2007. Hay que pedir elecciones democráticas de rector de nuestro colegio, a fin de lograr tener autoridades legítimas, votadas por los claustros del CNBA, y a la vez combativas, dispuestas a acompañarnos en la lucha contra la UBA por un presupuesto decente para el colegio entre otras cosas.


Se compra, se mira, pero no se toca

Frente a todo este conflicto económico, la Cooperadora Amadeo Jaques ha sido la encargada de sostener al colegio y conseguirle todo tipo de materiales durante mucho tiempo. Pero, ¿sus compras se utilizan?Computadoras nuevas, mesas de ping pong, es todo dinero mal utilizado por evidentes fallas organizativas. Para recrearse deportivamente con las mesas hay que solicitar un turno 4 pisos abajo del SUM, subirlos y jugar 20 minutos, si es que una profesora de plástica (que no utiliza su gabinete para dar clases, sino que invade espacios destinados a la recreación y actividades de extensión) no te echa.Para utilizar una computadora hay cumplir una serie de requisitos ridículos (tener foto, contraseña, no pararse, no hablar, no comer, no tomar, no caminar) cuando lo que los estudiantes efectivamente necesitamos es utilizar los recursos que son para nosotros, para realizar trabajos prácticos, informes, tareas, sin necesidad de ir a un locutorio o un ciber gastando demasiado dinero.Si bien puede parecer poco serio hablar de los pequeños problemas que van desde el ping pong hasta informática, no podemos negar que estos existen. Es por esto que pedimos una correcta regulación, desde el reglamento del colegio, de dichas instalaciones para aprovechar todo lo que se nos brinda.


Los kioscos, la empresa interna del colegio

En los últimos tiempos, ante la disminución del presupuesto educativo, quienes gobiernan la UBA han optado por solventar dicha falta con una política de autofinanciamiento. Es decir, han tomado medidas que apuntan a generar ingresos a partir de la privatización de nuestra educación, avanzando sobre este derecho social. Los intentos de venta del campo de deportes y la conversión de materias en postgrados pagos, son ejemplos de dichas políticas.
La concesión de espacios físicos, como los ocupados por los kioscos y el comedor del CNBA es otra forma de generar recursos adicionales. En efecto, la empresa privada que explota el espacio paga a la Universidad una suma de 72 mil pesos anuales (canon) para brindar el servicio, dinero que solventa los huecos presupuestarios dejados por el Estado Nacional. De este modo, se permite la instalación de una empresa que lucra en un mercado monopólico (pues ninguno de nosotros puede salir en horario de clases para consumir fuera del colegio), reteniendo los beneficios que esto implica y sin garantizar el acceso de los estudiantes a alimentos a un precio razonable, como es nuestro derecho.
A su vez, los altos precios que pagamos cotidianamente están avalados por las autoridades del colegio, sin contemplar esta situación ni la paupérrima calidad de los “menúes” y otros productos no envasados que ofrece el servicio. Ni siquiera se respetan dichos valores acordados, sino que muchas veces se cobra más de lo que exhiben las listas de precios.
Ante este estado de las circunstancias, desde la UPC, proponemos encarar la problemática en varios planos.
En primer lugar, es claro que debemos velar por el óptimo cumplimiento del contrato vigente, evitando un aumento de precios por fuera del mismo.
En segundo lugar, aprovechando la ingerencia de las autoridades como parte del contrato y la existencia de un órgano de cogobierno (aunque antidemocrático), impulsar la creación de una comisión o un equipo en el Consejo Resolutivo que se ocupe del control del servicio y los libros contables, de la revisión del contrato vigente y de la realización de modificaciones al mismo, apuntando a la mejora del servicio y la disminución de los precios; además de regular cuestiones vinculadas al mantenimiento del colegio y la fotocopiadora.Por último, sostenemos un proyecto a futuro que solucione el tema de raíz. Creemos que una gestión privada que prevea ganancias nunca satisfará las necesidades de los estudiantes, ni garantizará el cumplimiento de sus derechos; sino que solamente la gestión estudiantil de un bar puede hacerlo. Si consideramos institucionalmente el problema, sería justo que el colegio se hiciera cargo del servicio tal como hace con la fotocopiadora. Sin embargo, por las características del servicio de kioscos, sostenemos que el CNBA es incapaz de sostener precios al costo y un servicio decente (es observable ya en la fotocopiadora –es más, deberíamos abonar con bonos, dado que la caja del kiosco pertenecería a la UBA), aunque sea controlado el servicio por una comisión democrática (lo cual de por si es imposible por el reglamento del CR), por lo tanto, la alternativa restante es la constitución de un bar estudiantil funcional. Por eso planteamos la necesidad de construir un bar que se mantenga a través del tiempo y que entregue un buen servicio, lo cual consideramos muy complicado de mantener solo "de facto". Puede ser el comienzo, pero, como lo piden los mismos trabajadores del bar del Pelle (“Carlos Fuentealba”), es insostenible. Para esto, prevemos una forma legal de solucionar el problema: constituir una asociación civil sin fines de lucro que responda al CENBA, con sus respectivos responsables legales, que es de formación rápida y cumple con nuestras necesidades, otorgándole además al CENBA una pata de personería jurídica que podría utilizar para diversas cuestiones en el futuro. Una asociación civil es una persona jurídica, constituida por un conjunto de individuos (llamadas socios) que cuenta con la debida autorización del Estado. Luego de la formación de la misma, exigiríamos a GG q nos dé un permiso de explotación o concursaríamos por la licitación, ofreciendo en ambos casos un canon simbólico ($1, por ejemplo) y un servicio mucho más eficiente para los estudiantes, con precios casi al costo (ambas cosas se toman en cuenta a la hora de elegir para las autoridades, legalmente, lo cual nos permite exigirles que se pronuncien por nosotros o en contra nuestra abiertamente, cosa que en general prefieren evitar, especialmente nuestra rectora), pagaríamos algún sueldo a empleados si fuera necesario (ya se hace en el Pelle) y los seguros correspondientes. Aun así, los precios serían muy bajos (consideren el margen de ganancia) y podríamos vender todo lo q provee ahora el quiosco, además de comida de buena calidad. Por otra parte, podríamos pedir ayuda a cooperadora para insumos o inversiones u obtenerlo con un corto margen de ganancia, como se hacen los chicos del “Fuentealba”, para reinvertirlo todo en la mejora del servicio. Finalmente, con el servicio estabilizado, ya estaríamos en condiciones de exigirles a las autoridades que se hagan cargo, manteniendo el total del funcionamiento bajo el estricto control de los estudiantes y la comunidad educativa en su totalidad.Desde la UPC entendemos que la concreción de este proyecto no sólo mejoraría notablemente el paso de los estudiantes por el colegio, sino también que constituiría un escalón fundamental para detener el avance sobre la educación pública de las políticas de recursos propios impulsadas por quienes escogen el destino de la Universidad.

El funcionamiento del CENBA

Sobre la renovación del estatuto

En la UPC vemos al estatuto del CENBA incompleto y anticuado y en muchos casos, poco eficiente y claro. Por ello hemos armado una serie de propuestas para reformarlo, serían las siguientes:
• Reforma art. 4 “Art. 4.- El orden jerárquico de sus órganos en la toma de decisiones es el siguiente, de mayor a menor: Asamblea; Cuerpo de Delegados; Mesa Directiva.”
El orden jerárquico de sus órganos en la toma de decisiones debería ser el siguiente: de mayor a menor: Cuerpo de delegados, asamblea, Mesa directiva. Creemos efectivamente que una asamblea no puede ni debe ser más representativa que el voto de todo el colegio, que se refleja en el cuerpo de delegados. Es inaceptable que una asamblea con 200 personas (10% del estudiantado) pueda tomar decisiones por todo el alumnado.El Cuerpo de delegados podrá tomar decisiones representativas en base a una propuesta votada previamente en las aulas siempre y cuando vote un número de delegados que corresponda al 50% o más de las divisiones por turno.
• Reforma art. 8 “Art. 8.- La Asamblea será coordinada por el presidente u otro miembro de la Mesa Directiva. Podrá ser convocada extraordinariamente por la Mesa Directiva, el Presidente, o por la decisión de la mayoría del Cuerpo de Delegados. Para dar quórum se requiere la presencia de 200 miembros del CENBA; en caso de no contar con ese número, podrá sesionar, pero no podrá tomar decisiones en representación del estudiantado. La Asamblea sólo podrá decidir en contra de una disposición del Cuerpo de Delegados por el voto de las dos terceras partes de los presentes.”
La asamblea, siendo consecuentes con la reforma anterior, debería necesitar mucha más representatividad del estudiantado para ir en contra de una disposición del cuerpo de delegados, es por ello que hay que modificar este artículo, postulando que la asamblea solo podrá decidir en contra de una disposición del cuerpo de delegados si contase con un quórum de 500 personas y ¾ votasen a favor de la medida.
• Borrar el art. 11 que establece que la mesa directiva redactará el orden del día. Modificarlo completamente. La mesa directiva deberá votar a favor o en contra del proyecto de orden del día de cada semana antes de entregarla, la cual deberá ser discutida y elaborada en la reunión de delegados previamente.
• Reforma art. 13“Art. 13.- Los Secretarios de cada turno representan a los estudiantes de su turno y tienen los siguientes deberes y atribuciones:a) coordinar las actividades de su turno;b) velar por el correcto funcionamiento del Cuerpo de Delegados de su turno;c) presidir las sesiones del Cuerpo de Delegados de su turno; en caso de ausencia, el Secretario suplente oficiará de secretario, y, por ausencia de ambos el Cuerpo decidirá quién lo reemplaza;d) acercar al resto de la Mesa Directiva los resultados de las votaciones y debates en el Cuerpo de Delegados de su turno.”
Completar el punto d): Cada división deberá aportar la cantidad exacta de votos sobre cada ítem, a fin de realizar un análisis porcentual de consenso sobre los temas planteados en el orden del día.
• Agregar un punto f) al artículo 14. Donde conste que los vocales tienen la atribución y obligación de elevar extraordinariamente cualquier tipo de queja que provenga del estudiantado, en caso de que la misma se plantee luego de una reunión de delegados.
• Reforma art. 15“Art. 15.- Queda estatuida la Secretaría de Prensa mediante el presente, bajo la coordinación del Secretario de Prensa. La misma será la responsable de la difusión interna y externa de las actividades del CENBA y otras actividades de interés estudiantil.”
Completar este artículo atribuyéndole a la Secretaría de Prensa la responsabilidad de la difusión interna y externa de las actividades del CENBA y de la redacción y entrega, en colaboración en esto último con cada secretario de turno, del orden del día.
• Reforma art. 28 (puntos 1 y 2)“Art. 28.- La forma de elección de los cargos de la Mesa Directiva será la siguiente:Cada agrupación presenta a elecciones, con previo aval especificado en el art. 27, en una boleta única por turno, al Presidente, cinco Vocales, el Secretario del Turno correspondiente, cinco Vocales suplentes y el secretario Suplente del Turno correspondiente. Las boletas estarán divididas en dos secciones: en la primera estarán los candidatos a Presidente, Vocales y Vocales suplentes; y en la segunda, el candidato a Secretario del Turno.2. Los votantes podrán cortar las boletas, pudiendo combinar secciones de boletas de distintas agrupaciones.”
Cambiar la distribución de las boletas para mayor comodidad del alumnado: en dos boletas una por Presidente y los cinco Vocales y cinco Vocales suplentes otra del el Secretario del Turno correspondiente y el secretario Suplente del Turno correspondiente. Borrar el punto 2 ya que la reforma antes detallada lo hace inútil.
•Art. 28 inciso a) el total de votantes se divide por la cantidad de cargos a repartir; Art. 28 inciso b) se adjudican los puestos teniendo en cuenta el porcentaje obtenido por cada agrupación.
• Sustituir la sección del consejo asesor por la del consejo de escuela resolutivo.